El orgasmo femenino ha sido ampliamente estudiado por la ciencia, entre otros factores, por la complejidad que entraña para algunas mujeres y la dificultad que tienen para lograrlo, al menos de una forma inmediata. Es lo que se conoce como anorgasmia y los estudios calculan que entre el 10 y el 30% de las mujeres la han sufrido en algún momento de sus vidas. No hay que confundirla con la imposibilidad de llegar al orgasmo por la penetración, porque lo cierto es que alrededor del 70% de las mujeres solo son capaces de lograrlo por norma general a través de la estimulación del clítoris.
Cuando se produce el orgasmo, la mujer experimenta generalmente una aceleración del ritmo cardíaco, de la respiración y la contracción repetida y a intervalos de la vagina, el útero, el ano y los músculos pélvicos. Para lograrlo, no existen recetas fijas, pero si que se pueden llevar a cabo prácticas que pueden acelerar su llegada. Estos son algunos consejos para llegar a él.
La importancia de los preliminares
Una de las claves para que una mujer llegue al orgasmo es dedicar más tiempo a los preliminares. En el universo femenino, la excitación mental juega un papel importante, por lo que cuanto más se explore esta vía y más estimulación se produzca, más fácil se puede llegar a él. No hay que apresurarse ni tomárselo como una obligación, sino como una forma de disfrute adicional que puede empezar mucho tiempo antes de llegar a la penetración o a la estimulación del clítoris.
Para muchas mujeres, la excitación mental es tan importante como la excitación física. La disposición de la habitación, la creación de una atmósfera sensual o la intimidad emocional pueden conducir a mejores experiencias sexuales y más orgasmos. Las caricias, la estimulación de las zonas erógenas, los besos y las palabras son fundamentales también en este momento previo que tanto juego puede dar.
Las zonas erógenas
Hay dos lugares del cuerpo que son fundamentales para el orgasmo femenino. En primer lugar el clítoris, un órgano que contiene una alta concentración de terminaciones nerviosas y se encuentra de la parte superior de la vulva. Está cubierto por una piel parecida a una capucha que evita que se estimule todo el tiempo, por lo que es aconsejable estimular la zona para que se ponga erecto y se logre un mayor placer.
En segundo lugar, se encuentra el punto G. Es otra área orgásmica que se encuentra dentro de la vagina y que alberga un conjunto de terminaciones nerviosas en la pared interna superior de la vagina. Para encontrarlo, se puede deslizar suavemente el dedo dentro de la vagina con la palma hacia arriba, y luego doblándolo hacia arriba. Pero hay que tener en cuenta que para muchas mujeres es una zona muy sensible y sienten molestias si son presionadas en esa zona. Por eso, hay que probar diferentes técnicas.
Las posturas sexuales
Las mejores posiciones sexuales para el orgasmo femenino son aquellas que permiten la máxima estimulación del clítoris, del punto G o de ambos. Por ejemplo, con la mujer encima del hombre, que permite el rozamiento del clítoris. La penetración por detrás no estimula este órgano, pero permite llegar al punto G con mayor facilidad. Y con ambos sentados frente a frente, se produce una penetración profunda que puede llegar a ser muy placentera.