Las consecuencias negativas del consumo elevado de televisión por parte de los niños ha sido estudiado por la ciencia en numerosas ocasiones. Pero las investigaciones que analizan el impacto sobre los adultos son mucho más escasas. Por eso adquiere gran importancia un nuevo estudio, publicado hace escasos días, que concluye que en la mediana edad –alrededor de los 50 años– ver la televisión más de tres horas y media al día puede provocar un deterioro cognitivo en el lenguaje y la memoria de cara al futuro.
Ver la televisión más de tres horas y media al día puede provocar un deterioro cognitivo en el lenguaje y la memoria de cara al futuro
La investigación ha sido publicada en la revista Scientific Reports y la han llevado a cabo expertos de la University College de Londres. Los investigadores registraron la cantidad de televisión que veían diariamente más de 3.500 personas mayores de 50 años a la vez que medían sus habilidades de razonamiento y pensamiento en los años 2008 y 2009 y seis años después, en 2014 y 2015. En este período de tiempo, las personas que veían 3,5 horas de televisión cada día experimentaron una mayor disminución de la memoria verbal al margen de su condición física o su estrato social. Según los expertos, el estudio concluyó que los adultos que ven menos de 3,5 horas de televisión por día sufrieron una disminución en la memoria verbal de alrededor del 4 al 5 por ciento durante los siguientes seis años. Por el contrario, los que vieron la televisión durante más de 3,5 horas experimentaron una disminución del 8 al 10 por ciento.
Los que vieron la televisión durante más de 3,5 horas experimentaron una disminución del 8 al 10 por ciento
Este deterioro cognitivo tiene que ver con la rapidez con la que en la televisión se producen los cambios en imágenes y sonidos. El hecho de que el cerebro reciba estos estímulos de forma pasiva sin interactuar, provoca que esté en un estado de alerta continuo pero, a la vez, mucho más pasivo.
Se trata, sin duda, de un estudio interesante porque, a día de hoy, el hecho de ver la televisión no se circunscribe a sentarse frente al televisor, sino que se traslada a los portátiles, tablets y móviles que tenemos siempre a mano y que vemos continuamente a lo largo del día.
Los resultados del estudio, según los expertos, plantean otras interesantes cuestiones que abordarán en nuevas investigaciones. Por ejemplo, ¿los diferentes tipos de contenido de la televisión tienen el mismo efecto sobre el deterioro cognitivo o no? ¿Es la televisión un factor de riesgo específico para el inicio de la demencia?
En el estudio, también se recomienda realizar otro tipo de actividades para contrarrestar los efectos de la televisión, como puzles, juegos de lógica y memoria y la práctica de actividad física, que tiene grandes beneficios para el cerebro.