En principio, no existe ninguna evidencia científica que demuestre que el frío y la lluvia provoquen más dolores de espalda y articulaciones. Pero no es raro escuchar que cuando comienza el invierno y se incrementa la humedad en el ambiente, se sufre más de molestias en las lumbares, las rodillas, el cuello…

 

Una de las quejas más comunes tiene que ver con la ciática, que es el nombre que se la da al dolor causado por la irritación del nervio ciático, que se comprime en la columna vertebral inferior. El nervio ciático es el más largo y ancho del cuerpo humano. Se extiende desde la parte baja de la espalda, a través de las nalgas y baja por las piernas, terminando justo debajo de la rodilla.

Este nervio controla varios músculos en la parte inferior de las piernas y es el que proporciona sensibilidad a la piel del pie y a la parte inferior de la pierna. Algunos expertos estiman que hasta el 40 por ciento de las personas experimentarán ciática al menos una vez en la vida.

Dolor ciático

El síntoma principal es un dolor punzante en cualquier parte del nervio ciático; desde la parte baja de la espalda, a través de la nalga y hacia abajo de la parte posterior de cualquiera de las piernas. También suele producir entumecimiento en la pierna a lo largo del nervio y sensación de hormigueo en los pies y dedos de los pie. El dolor puede variar en intensidad y se puede alargar durante largos períodos de tiempo.

Remedios para el dolor ciático

 

La mayoría de los casos de ciática aguda responden bien a la toma de medicamentos para el dolor, como el ibuprofeno. Entre las medidas que suelen prescribir están los ejercicios como caminar o estiramientos ligeros y la alternancia  de compresas calientes o frías para reducir el dolor.

Pero algunas veces la ciática se produce de forma crónica. En esos casos, hay que combinar terapia física con fármacos. Y en ocasiones, se recomienda una terapia de tipo psicológico para aprender a vivir con el dolor. A veces, la cirugía puede ser una opción en estos casos, sobre todo si los síntomas no han respondido a otros tratamientos y continúan intensificándose. Generalmente consisten en una laminectomía lumbar –ensanchamiento de la médula espinal en la espalda baja para reducir la presión sobre los nervios– o una discectomía –la extirpación parcial o total de una hernia de disco–. Pero es el médico el que debe determinar esta opción, porque no siempre es la más beneficiosa.

En todo caso, existen muchas formas caseras de aliviar la presión sobre el nervio ciático a través del ejercicio. En primer lugar, es importante fortalecer los músculos del abdomen como por ejemplo los abdominales de toda la vida, que consisten en tumbarse boca-arriba con las manos en la nuca y levantar el tronco, la plancha, apoyando las manos o los codos sobre el suelo y levantando el cuerpo con los pies apoyados en el suelo, la plancha lateral…

Ejercicio ciática

También es muy importante realizar ejercicios de estiramiento. Por ejemplo, tumbándose boca abajo, apoyado el abdomen en el suelo y estirando con los brazos la parte superior del tronco hacia arriba. Otro ejercicio muy bueno es llevarse las rodillas al pecho y aguantar durante unos segundos tumbado sobre el suelo o una cama firme. Y en esa misma postura, alternar doblando una rodilla y después otra aguantando con las manos para estirar lo máximo posible el nervio.