Para algunas personas, comer verduras es un auténtico suplicio porque les desagrada su sabor. Siempre se dice que es cuestión de gustos, pero un equipo de expertos de la Universidad de Kentucky ha descubierto que un gen de nuestro cuerpo provoca que los compuestos de algunas verduras tengan un sabor particularmente amargo en algunos individuos, por lo que las evitan. Estas personas también pueden tener una sensibilidad similar al chocolate negro, el café y la cerveza.

El nuevo estudio, que se presentará en las sesiones científicas de la American Heart Association en Filadelfia, del 16 al 18 de noviembre, se basa en algunos estudios previos que ya habían encontrado que este gen, denominado el gen del sabor, estaba asociado con los tipos de verduras que comen los estudiantes universitarios. 

Ensalada

Se trata del gen TAS2R38 y todas las personas nacemos con dos copias del mismo. Aquellos que heredan dos copias de una variante específica llamada AVI no son sensibles a la amargura de los químicos presentes en las verduras. Pero aquellos que, demás de la variante AVI, presentan otra llamada PAV son especialmente sensibles y encuentran estos alimentos particularmente amargos.

El estudio

Para llevar a cabo la investigación, los expertos analizaron la posibilidad de que esta peculiaridad genética existiera en personas con dos o más factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. Durante un período de 3 años, realizaron un análisis secundario de datos utilizando una muestra de un estudio anterior que investigó las interacciones genéticas en personas con riesgo de enfermedad cardiovascular. En total, se analizó la alimentación de 175 personas con una edad de media de 52 años. Más del 70 por ciento eran mujeres. Y descubrieron que las personas con la forma PAV del gen tenían más del doble de probabilidades de consumir menos de la mitad de las verduras recomendadas.

El estudio es importante porque puede cambiar la forma en que los médicos aborden el cambio de hábitos de vida y su dieta para tener un sistema cardiovascular más saludable. Por el momento se necesita hacer más investigación sobre la mejor manera de alentar a las personas a comer sus verduras.  Y en el futuro, esperan poder utilizar la información genética para determinar qué verduras pueden aceptar mejor las personas y para descubrir qué especias son atractivas para los superesperadores (aquellos con mayor sensibilidad al gusto).

Coles

Además, dado que las frutas y verduras contienen numerosos fitonutrientes y nutrientes esenciales que pueden reducir la inflamación y el daño oxidativo –dos procesos dañinos clave relacionados con enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y otras enfermedades crónicas–, cualquier aspecto que afecte a la ingesta dietética de estos alimentos puede influir en el desarrollo de la enfermedad.