El Departament de Salut ha puesto en marcha el primer banco público de microbiota fecal del Estado. Es una iniciativa pionera en el ámbito público que tiene como objetivo romper con los tabúes existentes, garantizado la equidad por toda Catalunya y extender el innovador tratamiento a todos los centros del sistema sanitario público catalán (SISCAT). Además, permitirá tener acceso a este tratamiento "innovador, eficaz y seguro" para pacientes con infecciones recurrentes por Clostridioides difficile. La apuesta está liderada por el Hospital de Bellvitge y el Hospital Clínic con el Banc de Sang i Teixits i l'Organització Catalana de Trasplantaments. Hasta ahora, estos dos hospitales han tratado conjuntamente a 171 pacientes con infecciones por C. difficile mediante trasplante de microbiota fecal (TMF). Se calcula que cada año unas 2.500 personas en Catalunya sufren esta infección, ahora, con la apertura del banco a todo el sistema público, se calcula que hasta 200 pacientes cada año se podrán beneficiar de este tratamiento. Los impulsores del proyecto han defendido la eficacia de la terapia en pacientes con infecciones recurrentes de la bacteria y han apuntado que en el 90% de los casos evita recaídas. Además, la iniciativa abre la puerta a promover la investigación y aplicar el tratamiento en otras patologías como algunos cánceres.

Cabeza|Cabo|Jefe del servicio de aparato digestivo del Hospital de Bellvitge, Jordi Guardiola, y el director asistencial del BST, Jordi Ramon Grífols
El jefe del servicio de aparato digestivo del Hospital de Bellvitge, Jordi Guardiola, y el director asistencial del BST, Jordi Ramon Grífols / ACN

El perfil de los donantes

La infección por Clostridioides difficile es una afectación intestinal grave, a menudo asociada al uso de antibióticos, que puede provocar diarreas persistentes, deshidratación e incluso poner en riesgo la vida del paciente. Actualmente, hasta un 25% de los casos recaen después del primer tratamiento con antibióticos convencionales, y un 40% de estos pacientes tendrán una segunda recaída. La administración de microbiota fecal en estos casos permite restaurar el equilibrio del microbioma intestinal y eliminar la actividad de la bacteria patógena, con una tasa de resolución del 90% en el primer tratamiento, y del 100% en casos que reciben un segundo trasplante. El tratamiento consiste en administrar microbiota intestinal procedente de un donante sano con el objetivo de restaurar el equilibrio de la microbiota del paciente. Las principales vías de administración han sido la vía oral, con cápsulas de microbiota fecal (el 67,8%), seguido por la colonoscopia (el 32,1%).

Los responsables de la iniciativa han presentado el proyecto este miércoles en una rueda de prensa en el Departament de Salut, y han detallado que solo el 5% de las personas se ofrecen a dar su excremento cumplen con todos los requisitos. Han señalado que para ser apto, tienen que ser personas de entre 18 y 50 años, con hábitos saludables, no sufrir ninguna enfermedad, no haber tomado antibióticos en los últimos tres meses y no haber viajado fuera de la Unión Europea en los últimos seis meses. Los individuos llegan a través de la Unitat de Donants del Banc de Sang i Teixits y además, tienen que pasar una exhaustiva entrevista, así como una batería de pruebas y analíticas y un cultivo de excremento para descartar la presencia de patógenos.

Se trata de un modelo cooperativo entre todas las instituciones implicadas. El Hospital Universitario de Bellvitge y el Hospital Clínic de Barcelona son los centros responsables del cribado de los posibles donantes y la realización de las pruebas analíticas pertinentes, mientras que el Banc de Sang i Teixits (BST) se encarga de la captación inicial de donantes así como la conservación y almacenaje del producto final y su distribución logística. Y todo el proceso está bajo la supervisión de la Organització Catalana de Trasplantaments (OCATT), que actúa como autoridad sanitaria competente en el ámbito de las sustancias de origen humano y garantiza la seguridad, la trazabilidad y la calidad del circuito.