El mindfulness es una buena herramienta para prevenir el estrés, pero no es tan útil mientras se realizan tareas que suponen mucho estrés. Así ha quedado de manifiesto en una nueva investigación llevada a cabo por la Universidad de Búfalo, publicada en la revista Personality and Social Psychology Bulletin y en la que los expertos midieron las respuestas cardiovasculares de mil personas a las que se les pidió que realizaran tareas estresantes.
Al parecer, el hecho de profundizar en un estado de consciencia plena como el que se alcanza con el mindfulness no influyó a la hora de que los afectados por el estrés se sintieran mas seguros, cómodos, relajados o capaces. Tal y como destacan los expertos, la atención plena tiene beneficios, pero son más limitados mientras las personas participan activamente en tareas estresantes, como hacer un examen, dar un discurso o sentarse para una entrevista de trabajo. En cambio, esta misma técnica puede ser de gran utilidad antes de que suceda la experiencia estresante o una vez ya haya finalizado.
Según el estudio, el mindfulness no influye a la hora de que los afectados por el estrés se sintieran más seguros, cómodos, relajados o capaces
No se trata por tanto de echar por tierra el mindfulness, sino de acotar sus beneficios, aseguran los científicos. La atención plena es una atención centrada en el presente y que intenta evitar cavilar sobre realidades pasadas o considerar posibilidades o consecuencias futuras. Se trata de no juzgar y relajar las interpretaciones críticas.
El hecho de medir las respuestas cardiovasculares de los participantes para saber cómo afrontaban las personas esas actividades estresantes y medir la influencia del mindfulness, se debe a cómo responden el ser humano a este tipo de situaciones. Cuando las personas se preocupan más por la tarea que están completando, su frecuencia cardíaca aumenta y el corazón late más fuerte. Asimismo, otros parámetros como la cantidad de sangre que bombea el corazón y el grado en que se dilatan los vasos sanguíneos, indican la seguridad con la que las personas se enfrenta a las tareas y permiten medir cómo está modulándose el estrés.
Cuando las personas se preocupan más por la tarea que están completando, su frecuencia cardíaca aumenta y el corazón late más fuerte
¿Cómo hacer una sesión de atención plena o mindfulness?
La atención plena es la práctica de ser plenamente consciente del presente pero sin emitir ningún juicio al respecto, con el objetivo de relajar la mente y evitar que los pensamientos se aceleren y aumente la ansiedad. Se aconseja hacerlo en un lugar tranquilo y cómodo para sentarse y cerrar los ojos. Después, hay que observar la respiración y tomar conciencia del cuerpo. A continuación, hay que desplazar la conciencia hacia el entorno, para sentir lo que ocurre a su alrededor evitando cualquier tipo de pensamiento, solo sensaciones. Por último, se cambia la conciencia varias veces del cuerpo a su entorno y viceversa hasta que la ansiedad comience a desvanecerse. Permanecer así unos minutos y por último volver a tomar conciencia de la respiración.