No resulta ninguna novedad que la práctica del mindfulness se ha abierto paso de manera arrolladora en todo el mundo, independientemente de la cultura de cada lugar. Y lo cierto es que según va pasando el tiempo, la evidencia científica va arrojando más luz sobre una cantidad importante de beneficios que se derivan de su práctica, como los ya referidos en un reciente artículo sobre los casos de tensión alta.

Ahora, una investigación llevada a cabo por la Universidad del Sur de Dinamarca, desarrollada en centros daneses, suecos, chinos y norteamericanos, ha hallado evidencias de que gracias a la práctica del mindfulness, se pueden desaprender miedos y fobias adquiridos a lo largo de los años. Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Nature Scientific Reports.

Y es que aunque es cierto el miedo es uno de los factores que ha servido de ayuda para que el ser humano haya podido evolucionar a través de los tiempos, gracias a que empujaba a las personas a evitar situaciones peligrosas, en pleno siglo XXI son muchas las personas que viven muy condicionadas por miedos aprendidos que no solo no les sirven para nada, sino que les suponen un enorme losa en el día a día.

Pecas

La investigación

Con el fin de comprobar si el mindfulness podría ser útil para desaprender las respuestas al miedo, los científicos se hicieron con 26 voluntarios con buena salud, a los que pusieron a formar parte de dos grupos al azar. Mientras los miembros de un grupo recibieron sesiones diarias de mindfulness durante 4 semanas, los del otro grupo no la recibieron.

Pasado ese periodo, los 26 participantes se reunieron para llevar a cabo unas pruebas durante dos días. En la primera de las dos jornadas aprendieron una respuesta de miedo al ver una presentación de diapositivas. Cuando salieron determinadas imágenes en la pantalla, recibieron leves descargas eléctricas al mismo tiempo. Así aprendieron a asociar las desagradables descargas con las imágenes, por lo que, cada vez que aparecían, los participantes experimentaban una mayor sudoración, una señal de respuesta de sufrimiento.

Cuando aprendieron esta asociación, los investigadores se centraron en extinguir esta reacción. Lo hicieron mostrando repetidamente a los voluntarios el mismo conjunto de imágenes, pero esta vez sin aplicar ninguna descarga eléctrica. Los investigadores querían conocer si en alguno de los participantes se mantendría el desaprendizaje de la respuesta al miedo, ya que las asociaciones de temor generalmente vuelven muy rápidamente.

En el segundo día de las pruebas, los investigadores sentaron a todos los participantes para ver la misma presentación de diapositivas y los conectaron al dispositivo que habían utilizado para provocar las descargas eléctricas, pero sin administrar ninguna descarga a los voluntarios. De esta manera, los científicos descubrieron que los participantes que habían recibido entrenamiento de mindfulness no experimentaron una reacción de miedo cuando vieron las imágenes con las que previamente habían realizado asociaciones desagradables. Sin embargo, en los participantes que no habían recibido formación en mindfulness, las respuestas al miedo regresaron.

Tranquilidad

Según los autores del trabajo, gracias a los hallazgos del estudio se ha podido demostrar que además de servir para dejar de lado determinados miedos o fobias, el mindfulness podría usarse para tratar problemas relacionados con la ansiedad en un contexto clínico.