El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. En Europa, la media de consumo de café se sitúa entre los 12 kilogramos al año por persona en los países nórdicos, a los 2,5 de los países del este, donde menos se consume. Y lo cierto es que en los últimos años, la ciencia ha avalado en diferentes estudios los posibles beneficios que puede tener su consumo para nuestro organismo.  El estudio más reciente ha concluido que tomar cantidades altas de café puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Los expertos, la Universidad Edith Cowan (ECU) de Australia, han llevado a cabo una investigación a largo plazo en la que se analizan diferentes biomarcadores, el estilo de vida y el envejecimiento de un grupo de personas. En concreto, entre los factores que se estudiaron, se encontraba la premisa de si la ingesta de café afectaba al deterioro cognitivo de más de 200 australianos durante una década.

La investigadora principal, la Dra. Samantha Gardener, ha asegurado que los resultados muestran una asociación entre el café y varios marcadores importantes relacionados con la enfermedad de Alzheimer.

“Encontramos que los participantes sin deterioro de la memoria y con un mayor consumo de café al comienzo del estudio tenían un menor riesgo de transición a un deterioro cognitivo leve, que a menudo precede a la enfermedad de Alzheimer, o de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en el transcurso del estudio", afirma.

Café con leche

Beber más café dio resultados positivos en relación con ciertos dominios de la función cognitiva, específicamente la función ejecutiva que incluye planificación, autocontrol y atención. Una mayor ingesta de café también parece estar relacionada con la desaceleración de la acumulación de la proteína amiloide en el cerebro, un factor clave en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

Según la experta, aunque se necesita más investigación, el estudio es alentador, ya que indica que beber café podría ser una manera fácil de ayudar a retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer. “Podría ser particularmente útil para las personas que están en riesgo de deterioro cognitivo pero que no han desarrollado ningún síntoma”, subraya.

Si solo se permite una taza de café al día, los resultados no son relevantes. Por eso los expertos indican que es mejor tomar dos, aunque no establecen una cantidad máxima de tazas por día. “Si se pasa de una taza a dos, se podría reducir el deterioro cognitivo en un ocho por ciento después de 18 meses”, explican los expertos. También podría ver una disminución del cinco por ciento en la acumulación de amiloide en el cerebro durante el mismo período de tiempo.

Los investigadores aún deben determinar con precisión qué componentes del café están detrás de sus efectos aparentemente positivos sobre la salud del cerebro.

Aunque la cafeína se ha relacionado con los resultados, la investigación preliminar muestra que puede que no sea el único contribuyente a retrasar potencialmente la enfermedad de Alzheimer. Se ha observado que otros componentes del café como el cafestol, el kahweol y la eicosanoil-5-hidroxitriptamida afectan el deterioro cognitivo en animales en varios estudios.