El café es uno de los alimentos más preciados en el día a día. Una bebida a la que en Catalunya se recurre a diario de manera muy significativa. De hecho, los catalanes consumieron durante el último año una media de 733 cafés al año. Una cifra que supone la ingesta de dos cafés diarios. Además, cabe señalar que el preferido es el café solo y tomado por las mañanas.

Ahora, según un nuevo estudio publicado en The Journal of Nutrition, se ha descubierto que las mujeres que beben dos o tres tazas de café al día tienen menos grasa corporal y abdominal total que las que beben menos.

Mujer café

Los investigadores examinaron los datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición, organizada por el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) en los Estados Unidos y analizaron la relación entre las tazas de café que se beben por día, y tanto el porcentaje de grasa corporal total como el abdomen.

El estudio

Los científicos vieron que las mujeres de entre 20 y 44 años que bebían dos o tres tazas de café por día tenían los niveles más bajos de grasa corporal. En concreto, un 3,4% menos que las personas que no consumían café. Entre las mujeres de entre 45 y 69 años, las que bebieron cuatro o más tazas tuvieron un porcentaje de adiposidad 4,1% menor. En términos generales, el porcentaje promedio de grasa corporal total fue un 2,8% menor entre las mujeres de todas las edades que tomaron dos o tres tazas de café por día.

Los resultados fueron consistentes tanto si el café consumido tenía cafeína o era descafeinado, entre las fumadoras y no fumadoras y también en aquellas que padecían enfermedades crónicas en comparación con los que gozaban de buena salud. En los hombres, la relación fue menos significativa, aunque los hombres de 20 a 44 años que bebían dos o tres tazas por día tenían un 1,3% menos de grasa total y un 1,8% menos de grasa en el abdomen que aquellos que no consumían café.

Los autores del estudio afirman que su investigación sugiere que puede haber compuestos bioactivos en el café además de la cafeína que regulan el peso y que podrían usarse como compuestos contra la obesidad. Según los científicos, podría ser que el café, o sus ingredientes efectivos, pudieran integrarse en una estrategia de dieta saludable para reducir la carga de afecciones crónicas relacionadas con la epidemia de obesidad.

Café con leche

Por eso, resaltan que es importante interpretar los hallazgos de este estudio a la luz de sus limitaciones. Y es que el estudio se realizó en un momento específico, por lo que no se pueden establecer tendencias. Sin embargo, no creen que el peso de alguien pueda influir en su consumo de café.