A veces no le prestamos atención más allá del estético, pero el cabello puede dar mucha información acerca de nuestro estado de salud. Un cambio en el aspecto, su caída, la aparición de alopecia, el aspecto quebradizo… todos estos signos pueden indicar que padeces alguna enfermedad y por lo tanto, deberías acudir a un especialista. Estos son algunos ejemplos que deberías tener en cuenta.

La caída del cabello puede ser un signo de sufrir anemia

Diariamente perdemos pelo, no es ninguna novedad, sino fruto del proceso de renovación capilar de nuestro organismo. Pero si esa pérdida se acentúa y en el cepillo o en la ducha hay mucho más pelo del habitual, puede ser un síntoma de padecer anemia. Es decir, de tener bajas las reservas de hierro en el organismo. Al parecer, las células del folículo piloso se ven afectadas por la falta de este nutriente, que juega un papel esencial en el crecimiento celular. La caída del pelo también puede indicar alguna alteración hormonal, como una caída en los niveles de estrógeno en las mujeres.

La aparición de muchas canas de forma repentina son síntoma de estrés y ansiedad

El estrés crónico contribuye al envejecimiento del cabello porque causa daño en el ADN y altera la renovación de las células productoras del pigmento en los folículos pilosos. Aunque es normal que aparezcan al cumplir años, no lo es cuando aparecen de golpe y de manera repentina extendiéndose rápidamente. 

El cabello que adelgaza y se convierte en más fino puede indicar un problema de tiroides

Cuando se sufre hipotiroidismo, que es una patología por la cual la hormona tiroidea no produce las suficientes hormonas para el metabolismo, una de las consecuencias se refleja en el cabello. Generalmente se torna más débil y quebradizo, así como también se produce una mayor posibilidad de caída. Si no se trata puede derivar en una patología llamada alopecia areata, que causa pequeñas calvicies redondas en el cuero cabelludo debido a un problema con el sistema inmunológico que ataca los folículos pilosos.

Una calvicie repentina puede ser síntoma de falta de proteínas

En muchas ocasiones, la dieta occidental suele ser más rica en hidratos de carbono que en proteínas y la falta de estos nutrientes tiene un impacto en la salud y el crecimiento del cabello. Un adulto necesita aproximadamente 0,8 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal y si no se obtiene la cantidad proteica necesaria puede producirse una caída repentina del cabello.

Un cabello frágil puede ser signo de la enfermedad de Cushing

La enfermedad de Cushing se produce cuando un tumor benigno en la hipófisis –la glándula situada en la base del cráneo que segrega hormonas que regulan algunas de las principales funciones biológicas del organismo, como el crecimiento la sexualidad– eleva la producción de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) y por lo tanto los niveles de cortisol. Esta circunstancia provoca varios síntomas, como la fatiga, la debilidad muscular o la fragilidad capilar.