Un estudio de investigadores de Sant Pau ha demostrado que las personas bilingües o multilingües tienen mayor protección ante la neurodegeneración en la enfermedad de Huntington. El uso continuado del bilingüismo se asocia con cambios estructurales y metabólicos del cerebro que tienen un impacto positivo en la cognición, el movimiento y la funcionalidad. Estos resultados destacan la importancia de promover una actividad mental regular y estimular la reserva cognitiva en las enfermedades neurodegenerativas. El estudio ha ido a cargo del grupo de investigación en enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento del Instituto de Investigación de Sant Pau, realizado con pacientes afectados por la enfermedad de Huntington. Ha sido publicado en la revista 'Parkinsonism and related disorders'.

Este estudio trata el impacto del uso intensivo del bilingüismo sobre las características clínicas, la estructura del cerebro y su función en 30 pacientes enfermos de Huntington en fase temprana y leve, una enfermedad neurodegenerativa de causa genética que combina graves síntomas motores, cognitivos y conductuales progresivos.

Liderados por el doctor Saül Martínez-Horta, los investigadores exploraron el efecto del bilingüismo sobre el volumen y el metabolismo cerebral utilizando técnicas de neuroimagen. Los resultados demuestran que los pacientes que a lo largo de su vida han intercalado en más ocasiones catalán y castellano tienen un mejor rendimiento cognitivo en determinadas pruebas, un mayor volumen cerebral en zonas frontales y un mejor funcionamiento metabólico en diferentes áreas fronto-temporales y de la corteza cingulada anterior dorsal. Estos cambios se asocian con un mejor rendimiento cognitivo y un mejor estado funcional global, sugiriendo un efecto neuroprotector sobre la progresión de la enfermedad.

Aunque el efecto del bilingüismo ha sido explorado en otras enfermedades, este es el primer estudio que aborda un proceso neurodegenerativo tan complejo como la enfermedad de Huntington. Los resultados obtenidos refuerzan la importancia de mantener una actividad mental regular como agente neuroprotector en casos de procesos neurodegenerativos, además de destacar el extraordinario efecto de alternar el uso de dos lenguas.