La comida picante, más allá que guste o no su sabor, tiene fama de hacer daño al sistema digestivo. Lo cierto es que en algunas personas sucede así pero en muchas otras no. Tomada con cierta moderación, puede proporcionar interesantes beneficios para la salud.

El elemento clave es la capsaicina, un ingrediente que se encuentra en una de las especias más consumidas en todo el mundo: el chile. Hace un siglo, los científicos comenzaron a investigar la capsaicina de los chiles y descubrieron que tiene muchos beneficios sorprendentes para la salud. A continuación vamos a ver cuatro ventajas de agregarlo a la dieta.

Comida picanteLa comida picante tiene propiedades beneficiosas para la salud

Mantiene el corazón sano

Se ha demostrado que las personas que comen chiles rojos tienen niveles más bajos de LDL (el colesterol malo). Investigaciones recientes han encontrado que el consumo de este alimento se asocia con una incidencia un 13% menor de muertes por enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Puede ayudar a perder peso y reactivar el metabolismo

La capsaicina puede ayudar a estimular el metabolismo, lo que hace que se quemen más calorías tanto en reposo como durante la práctica del ejercicio, y esta circunstancia permite que se pueda perder peso más fácilmente.

Como analgésico eficaz

Si alguna vez has mordido un chile rojo, sabrás la sensación de ardor que provoca. Cuando se aplica esa misma sensación a los nervios de las manos y los pies, se puede conseguir que esos nervios pierdan la sensibilidad durante períodos prolongados, combatiendo el dolor.

Cuando se usa como loción u otra crema tópica, la capsaicina causa una ligera sensación de calor, escozor y picazón. Con el tiempo, los nervios de las manos y los pies se acostumbran a la loción y tienen una menor capacidad para procesar el dolor. Esto puede ayudar con afecciones como la artritis y las lesiones.  

Chiles rojosLa capsaicina que contienen los chiles, tiene propiedades analgésicas

Puede calmar el intestino y mantenerlo saludable

Las papilas gustativas y el intestino están más conectados de lo que se cree. Cuando se muerde un chile, la capsaicina se adhiere a un receptor que se comunica con otras células. Esa comunicación hace que un nervio de la lengua le diga inmediatamente al cerebro que es picante.

Ese mismo receptor se encuentra en el tracto digestivo. Cuando la capsaicina ingresa al tracto digestivo y se adhiere al receptor, crea una sustancia química llamada anandamida. Se ha demostrado que la anandamida produce menos inflamación en el intestino, que puede ser causada por afecciones como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.

La misma reacción que calma el tracto gastrointestinal también puede mantenerlo libre de tumores. Puede ser particularmente eficaz para las personas que tienen un alto riesgo de desarrollar tumores intestinales, como las personas con antecedentes familiares o personales de tumores.

Eso sí, hay que tener cuidado de no exagerar con la cantidad, ya que puede aumentar el ácido gástrico y causar acidez estomacal. La capsaicina no es una panacea, pero ingerida en cantidades moderadas, puede ayudar a la salud.