Hace ya varios meses, en las redes sociales -especialmente Instagram- se extendió la moda del llamado “Celery Juice Challenge” o el reto del zumo de apio, que consistía en pasar diez días tomando un zumo de este alimento por las mañanas antes de ingerir cualquier otro tipo de comida.
Según sus defensores, tomarlo en ayunas promueve una larga lista de beneficios para la salud y ejerce un efecto détox que previene la aparición de otro tipo de enfermedades, desde aquellas que tienen que ver con el intestino y la digestión hasta otras autoinmunes e incluso de salud mental.
Lo cierto es que no se ha demostrado esta circunstancia y, como los expertos recuerdan, no existe ningún tipo de alimento por sí solo sea capaz de obrar tantos milagros. Es más bien la adopción de una serie de hábitos saludables en lo que respecta a nuestra alimentación lo que produce el beneficio. Pero aun así, lo cierto es que el apio es un excelente alimento que haríamos muy bien en incorporar a la dieta, por los beneficios que aporta. Estos son algunos de ellos.
Incorporar el apio a la alimentación habitual aporta muchos beneficios
Hidratante y bajo en calorías
Se trata de dos propiedades que convierten al apio en un excelente aliado en dietas, por ejemplo, de control de peso. Un tallo grande contiene solo 7 calorías y aporta una gran cantidad de líquido. Además, el acto de masticarlo, teniendo en cuenta que es crujiente y requiere estar un tiempo, reduce el apetito y aumenta la liberación de hormonas que desencadenan la saciedad.
Aporta importantes nutrientes
A pesar de que el agua es su componente principal, lo cierto es que también proporciona una gran cantidad de vitaminas y minerales vitales. La vitamina A, que favorece el sistema inmunológico, la piel y la salud de los ojos, y se ha relacionado con la retención de la fuerza pulmonar y la desaceleración del deterioro cognitivo relacionado con la edad. La vitamina K, que ayuda a que la sangre se coagule y protege la densidad ósea. El folato, que ayuda a mantener el rendimiento mental; el potasio, que mejora la función cardíaca, las contracciones musculares y ayuda a mantener la masa muscular. También aporta cantidades más pequeñas de vitamina C, vitaminas B, calcio, magnesio y manganeso.
Rico en antioxidantes
El apio contiene más de una docena de tipos de antioxidantes y docenas de potentes sustancias antiinflamatorias. Se cree que estos compuestos protegen contra el daño celular que puede provocar envejecimiento prematuro y enfermedades. También se ha demostrado que las sustancias naturales del apio ayudan a optimizar la circulación y reducen la presión arterial. La quercetina, un flavonoide que se encuentra en el apio, combate la inflamación tanto aguda como crónica, y está relacionada con la protección contra enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
El apio es antioxidante y reduce la inflamación
Mejora la digestión
La fibra del apio, un gramo por tallo grande, favorece la buena salud intestinal y la regularidad del tránsito. Además, combate la formación de úlceras.