Los baños son un hábito que aporta grandes beneficios para todas las personas en general. Sumergirse en agua tibia o caliente puede ser una forma perfecta para relajarse después de un día con gran estrés. Además, contribuyen a mejorar la circulación, puede ayudar a regular la tensión arterial, mejora el estado de la piel y puede ser una herramienta perfecta para establecer una rutina que nos ayude a dormir mejor y combatir el insomnio.
Según una investigación publicada en la revista Heart, tomar un baño podría ser excelente para la salud del corazón. En el estudio, las personas que se bañaban la mayoría de los días de la semana tenían un riesgo menor de desarrollar enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares durante un período de 19 años. No se trata solo de que los baños sean relajantes. Los investigadores creen que el calor del agua ayuda a mejorar la función vascular, de la misma manera que lo hace el ejercicio. Además, un baño caliente puede quemar tantas calorías como una caminata.
Para incrementar sus beneficios, además de llenar la bañera de agua, se pueden añadir otros elementos que han demostrado su eficacia sobre la salud. Es el caso de las sales de Epsom, que en realidad es un compuesto de sulfato de magnesio, formado por magnesio, azufre y oxígeno que recibe su nombre de la ciudad de Epsom en Surrey, Inglaterra, donde se descubrió originalmente. Es un compuesto completamente diferente a la sal común, aunque tiene una apariencia similar, y lleva el nombre de sal por su estructura química. Su sabor es claramente diferente. La sal de Epsom es amarga y desagradable.
Las sales de Epsom, ideales para el baño, son ricas en sulfatos de magnesio
Durante cientos de años, esta sal se ha utilizado para tratar dolencias como el estreñimiento o el insomnio. Cuando la sal de Epsom se disuelve en agua, libera iones de magnesio y sulfato. Estas partículas se puedan absorber a través de la piel, proporcionándo magnesio y sulfatos, que cumplen funciones corporales importantes.
El principal mineral que aporta es el magnesio, el cuarto mineral más abundante en el cuerpo. Sin embargo, no consumimos lo suficiente debido a la menor cantidad de nutrientes en los alimentos, el abuso de la comida precocinada y al hecho de que compuestos como los fitatos y oxalatos pueden interferir con la cantidad que su cuerpo absorbe. El magnesio ayuda a mantener el corazón sano, reduce el riesgo de diabetes, ayuda a dormir y a que los huesos se mantengan saludables.
Tomar baños de sales de Epsom produce beneficios como mejorar el dolor muscular, reducir el estrés, aliviar los dolores de cabeza, beneficiar el estado de la piel e incluso ayudar a perder peso.
Las sales de Epsom aportan numerosos beneficios para la salud
También hay que tener en cuenta que si bien las sales de Epsom son generalmente seguras, existen algunos efectos negativos que pueden ocurrir si se usan incorrectamente, en el caso de que se ingieran vía oral. El sulfato de magnesio puede tener un efecto laxante. Su consumo puede provocar diarrea, distensión abdominal o malestar estomacal.