Desde que Apple ha presentado sus nuevos auriculares Airpods 2 –unos dispositivos que funcionan con Bluetooth– el rumor sobre la posibilidad de que este tipo de auriculares pueda aumentar el riesgo de padecer cáncer se ha disparado en las redes sociales. La polémica comenzó la pasada semana cuando circuló la noticia de que más de 200 científicos de 40 países habían firmado una declaración de advertencia a la OMS y la ONU, debido a que los citados auriculares emiten altos niveles de radiación electromagnética no ionizante directamente al cerebro. Entre las consecuencias, alertan del aumento del riesgo de padecer cáncer, daños genéticos, trastornos neurológicos, deficiencias de aprendizaje y memoria y problemas reproductivos.

Los auriculares emiten altos niveles de radiación electromagnética no ionizante directamente al cerebro

Esta declaración a la que se ha hecho referencia de forma masiva esta semana es de 2015. En la misma se advierte de los peligros de la radiación no ionizante. Un tipo de radiación que no tiene suficiente energía como para eliminar un electrón de aquello que ilumina, como por ejemplo, la luz visible, infrarroja y ultravioleta, las ondas microondas, las ondas de radio o la radiofrecuencia de los teléfonos móviles. 

Hasta la fecha, se han realizado algunos estudios al respecto. En 2011, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la ONU publicó un documento en el que incluía este tipo de radiación entre las que aumentaban el riesgo de padecer cáncer en las personas. En el año 2018, una investigación del Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos concluía que la exposición a altos niveles de la radiación no ionizante, como el que se usa en los móviles, podía causar cáncer en ratas.

En concreto, el estudio señalaba que se habían encontrado evidencias claras en las ratas del riesgo de desarrollar un tipo de tumor benigno llamado schwannoma o neurilemoma que se produce en la membrana aislante que recubre los nervios periféricos –en este caso en el corazón–. Además, se habían encontrado algunas evidencias de desarrollar tumores en el cerebro –gliomas malignos– y en las glándulas suprarrenales de las ratas macho –feocromocitomas–.

Lo cierto es que la radiación que emiten los auriculares Bluetooth es significativamente menor que la que genera un móvil, pero generalmente las personas que los escuchan pueden pasar mucho más tiempo con ellos que con un móvil cerca de su cabeza. Por eso, aunque todavía se necesitan más casos de estudios para emitir unas conclusiones definitivas y avaladas por la ciencia, sí es adecuado tener en cuenta una serie de consejos de prevención.

En primer lugar, lo evidente: limitar la exposición a este tipo de dispositivos y no pasar demasiadas horas con ellos. En segundo lugar, extremar la precaución con grupos de población de riesgo: los niños, las mujeres embarazadas y las personas mayores. Y en tercer lugar, combinar su uso con los auriculares con cable, que no conllevan en ningún caso estos riesgos.