El sol es un elemento esencial para la vida, pero para algunas personas recibir sus rayos directamente puede resultar un verdadero infierno. Son los afectados por la llamada alergia al sol, que produce en el cuerpo una erupción de tipo urticaria que puede volverse agresiva y dolorosa tras exponerse a la luz solar. En casos más severos, pueden provocar dolor de cabeza, náuseas, vómitos y mareos. Pero… ¿por qué se produce?

Según los expertos, se puede tener alergia a tres tipos de luz solar: la luz ultravioleta de onda larga (UVA), de onda corta (UVB) y la luz visible (luz solar que no contiene luz ultravioleta). Aunque todavía se sigue investigando, los científicos tienen claro que se produce cuando la luz solar produce una reacción a un elemento químico fotoalergénico del organismo.

Nubes

Se cree que algunos medicamentos, como los antibióticos, los compuestos de algunas cremas y otros productos dermatológicos y estéticos, como los perfumes o ciertas enfermedades como la dermatitis, pueden volver la piel más sensible al sol, pero no se sabe la causa con certeza, ni por qué afecta a unas personas sí y a otras no, más allá de que puede haber razones hereditarias.

Cuando se produce la reacción dentro del organismo, el cuerpo comienza a generar histamina, una molécula que se libera para deshacerse del alérgeno y que provoca una inflamación e irritación como método de defensa.

Diagnóstico

Para diagnosticar la alergia al sol, existen diferentes pruebas. En primer lugar, el fotodiagnóstico, que consiste en exponer pequeñas áreas de la piel a diferentes intensidades de luz ultravioleta para comprobar si se produce una reacción. En segundo lugar, está la prueba del fotoparche, por la que se aplican pequeños parches con diferentes alérgenos para la piel para después exponerla a la luz y comprobar las consecuencias. Por último, también se pueden realizar análisis de sangre para comprobar si es una alergia o si la reacción se debe a otro tipo de patologías como el lupus, que también causan erupciones en la piel anta la exposición solar.

Mujer sol

Tratamientos

Los fármacos más usados al igual que ocurre con otras alergias son los antihistamínicos, que proporcionan un alivio rápido de los síntomas principales, aunque no sirven para prevenir la reacción alérgica de la piel. 

Otro tratamiento a más largo plazo es la desensibilización, por la que se aplica durante un tiempo concreto luz ultravioleta sobre la piel de forma controlada con el objetivo de que la alergia vaya remitiendo.

Los fármacos inmunosupresores, por su parte, suprimen la respuesta inmune que ocurre cuando la piel reacciona, evitando que se produzca histamina. Pero solo están recomendados para los casos más graves, porque tienen efectos secundarios.

En cualquier caso, para las personas a las que se les ha diagnosticado o que creen que pueden padecer esta alergia, el mejor consejo es prevenir la exposición. Hay que utilizar ropa holgada y preferentemente oscura que cubra la mayor cantidad de piel posible, utilizar sombreros, gorras o sombrillas para evitar la exposición directa y no salir a la calle a las horas del día con mayor intensidad de luz solar, sobre todo en verano.