Ya hace días que los medios de comunicación españoles se empeñan en despreciar el trabajo de los Mossos d'Esquadra por los ataques en Barcelona y Cambrils y ya hace días que dura el juego sucio de los dirigentes y diarios estatales que se han impuesto como objetivo ensuciar la imagen de la policía catalana.

Ahora, el ABC ha dado la oportunidad al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, de explicarse y hacer ver que la manera de funcionar de las Fuerzas de Seguridad del Estado fue la correcta. Es la primera entrevista que concede a un diario después del atentado.

Ignorando completamente las decenas de veces que tanto el conseller de Interior, Joaquim Forn, y el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, han asegurado que, entre muchas otras cosas, no tenían ningún tipo de información que les pudiera hacer sospechar del imán de Ripoll, Zoido ha subrayado —sin pelos en la lengua— que "la comunicación entre las dos policías es muy fluida" y que, además, "la cooperación ha sido muy positiva siempre".

Justamente después de decir estas palabras, ha aprovechado para hacer un implícito llamamiento a los Mossos para "trabajar para que todavía lo sea más" y "siempre con toda lealtad".

La gran unidad de España

Y es que, aquí, el mérito es de la manera de hacer política del Estado y de la coordinación entre sus Fuerzas de Seguridad. "Hemos dado una respuesta muy sólida, demostrando que España es un gran país, y que está unido", ha presumido el titular de Interior.

Precisamente por eso, Zoido no ha tenido ningún problema en volver a apelar a la unidad de España porque considera que "ahora es el momento" y, lo que es más, ha alabado el trabajo del gobierno estatal bajo la afirmación de que "la imagen que ha quedado es que España es un gran país, capaz de resolver estas situaciones críticas de forma muy eficaz".

Y ha seguido subrayando por activa y por pasiva que "hay que dejar claro que desde el primer momento las decisiones se tomaron de forma conjunta y que entre todas las Fuerzas de Seguridad han podido complementarse y reforzarse en sus investigaciones de manera muy satisfactoria".

Autodefensa

En un claro intento de defender su figura y la del presidente español, Zoido, preguntado por su ausencia durante las primeras horas posteriores al atentado, ha recordado que Mariano Rajoy viajó aquella misma tarde a Barcelona —no llegó hasta las nueve y media de la noche—; eso sí, sin mencionar, en ningún momento, que tardó horas en hacerlo.

Según él, lo más importante "era conocer exactamente qué" estaba "pasando" y ha asegurado que él mismo iba recibiendo todos los datos a tiempo real y ha aprovechado para alabar el trabajo del gobierno español asegurando que "los protocolos se cumplieron y fueron los adecuados".

Zoido ha ignorado la pregunta del periodista sobre "por qué si un atentado va dirigido contra el conjunto de España, la respuesta la tienen que liderar los Mossos y no el conjunto de las Fuerzas de Seguridad del Estado" escudándose bajo la afirmación que Rajoy "siempre está a la altura de las circunstancias, y esta vez también".

Los culpables

Ahora bien. Aprovechando para destacar "la necesidad de colaborar en el ámbito político y en el operativo para actuar con prudencia y sin afán de retransmitir cada actuación que se hace", y ahora sí— dejando de lado la polémica generada los últimos días por la imagen que se quiere dibujar desde algunos medios de la actuación de los Mossos, el titular de Interior ha querido dejar bien claro que "los únicos culpables de todo lo que ha pasado son los terroristas y nosotros tenemos que estar unidos ante el terror".

Zoido ha negado tener conocimiento que el imán de Ripoll estuviera relacionado con "otro tipo de actividad" ni que se lo hubiera vinculado con actividades terroristas y, aparte de eso, ha querido ser prudente sobre la supuesta nota de la CIA publicada por El Periódico porque "no me corresponde dar publicidad a las comunicaciones que hay entre cuerpos de seguridad o entre estos y los servicios de Inteligencia.

Sobre la manifestación contra el terrorismo, se ha lamentado haber tenido un "sabor agridulce" porque "hubo personas organizadas que profirieron expresiones fuera de lugar, que sobraban". De esta manera, ha podido cerrar la entrevista como lo ha empezado: apelando a la unidad de España. "Sólo desde la unidad podremos derrotar el terrorismo, y por eso creo que esta gente no merece que le dediquemos atención".