Las declaraciones de este viernes de Félix Bolaños, ministro de la Presidencia del Gobierno, sobre Carles Puigdemont han tenido sus consecuencias. Después de que el ministro afirmara que cada vez el presidente en el exilio "se ve más alejado de Catalunya, tanto en el aspecto político como en el personal" y asegurara que lo que tiene que hacer Puigdemont "es volver a España y rendir cuentas con la justicia", un vecino ha decidido recriminarle estas palabras. Felix Bolaños está haciendo un viaje institucional por Catalunya y este sábado, durante una de sus visitas, ha sido sorprendido por un ciudadano del Vendrell (Baix Penedès), que lo ha recibido a gritos de "Puigdemont, el nostre president".

Mientras el ministro español participaba en un acto en la localidad del Baix Penedès, el vecino se le ha acercado con un cartel de Junts con el rostro del presidente en el exilio y, a escasos metros de Bolaños, ha exclamado varias veces el que fue el lema de campaña de la formación: "Puigdemont, el nostre president". Rápidamente, han aparecido los guardaespaldas y un agente de la Policía Municipal, que se han encargado de apartar al ciudadano del titular de la cartera de Presidencia, que no ha hecho ningún gesto ante la escena.


Así, Bolaños ha sido abroncado después de sus declaraciones sobre Puigdemont durante una entrevista en RTVE. El ministro de Pedro Sánchez acusó al presidente en el exilio de tener "el reloj parado" desde el 2017 y de no saber "dónde tiene la cabeza" porque, según su opinión, "tiene que volver a España, rendir cuentas con la justicia". "Eso lo facilitaría todo, pero no sé muy bien qué tiene en la cabeza", añadió.

Respuesta de Puigdemont a Bolaños

El mismo Puigdemont reprochó a Bolaños que utilizara la denigración para atacarlo: "Como veo que habla de mí sin que yo se lo haya pedido, le sugiero que se documente un poco: seguro que encontrará argumentos para criticarme de manera más consistente que la denigración y el menosprecio que acostumbran a practicar". Asimismo, Carles Puigdemont recordó el pasado de los GAL y el PSOE e ironizó: "Todavía he hecho suerte: a otros los de su partido los secuestraron, torturaron y mataron. Y enterrar en cal viva".

El secretario general de Junts, Jordi Turull, también reaccionó y precisó que el presidente no está alejado, sino "exiliado" porque "el reloj del Estado español se ha retrasado a tiempos pretéritos". "El president Carles Puigdemont molesta porque su persistente acción política pone de manifiesto los graves déficits democráticos del Estado a escala internacional del 'Gobierno más progresista'", aseguró Turull.