Carles Puigdemont ha respondido a las palabras del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, quien en una entrevista en RTVE este viernes ha afirmado que el president en el exilio "no sabe dónde tiene la cabeza" y que ha quedado atrapado en 2017. En un tuit, Puigdemont ha reprochado a Bolaños que recurra a la denigración para atacarlo y le ha recordado el pasado del PSOE y los GAL, llegando a ironizar: "Todavía he tenido suerte: a otros los de su partido los secuestraron, torturaron y mataron. Y enterraron en cal viva".

"Él cada día se ve más alejado de Catalunya en lo político y también en lo personal. Yo no sé qué tiene en la cabeza, pero lo que tendría que hacer es volver a España, pasar cuentas con la justicia y eso facilitaría las cosas", ha afirmado Bolaños. Por su parte, Puigdemont ha respondido con contundencia: "Como veo que habla de mí sin que yo se lo haya pedido, le sugiero que se documente un poco: seguro que encontrará argumentos para criticarme de manera más consistente que la denigración y el menosprecio que suelen practicar". Finalmente, el president recuerda el pasado de los GAL y PSOE.

 

Bolaños carga contra el acuerdo de claridad

El ministro de Presidencia no solo ha menospreciado el exilio de Puigdemont, también los nuevos planes de actual Govern de la Generalitat. Bolaños ha tildado de "unilateral y electoralista" la propuesta de acuerdo de claridad planteada por el president de la Generalitat, Pere Aragonès. Preguntado por si mantendrá algún encuentro fuera del foco informativo con él, ha respondido que esta vez no habrá y ha abogado porque las negociaciones se hagan en un plan discreto y, una vez conseguido el acuerdo, se haga público.

"Es una propuesta de partido muy legítima en un momento electoralista con finalidades electorales", ha sentenciado al ser preguntado por la falta de voluntad de acuerdo por parte del PSC. Bolaños ha presumido del trabajo del PSOE en el conflicto catalán: "Con mucho trabajo hemos conseguido que Catalunya supere una década perdida". Sin embargo, tampoco ha presentado una contrapropuesta al acuerdo de claridad propuesto por Aragonès. Sí que ha descartado cualquier tipo de consulta o referéndum afirmando que no tiene sentido "volver a la peor Catalunya de las últimas décadas".