El conseller de Acció Exterior, Alfred Bosch, le ha dado un zasca al ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, después de que este haya cuestionado las delegaciones catalanas en el extranjero. El conseller no piensa hacerle caso.

Las delegaciones del Govern en el exterior "no las cerraremos nunca, mal le pese a Borrell", ha escrito Bosch en un mensaje en las redes sociales. "Tenemos todo el derecho", dice.

Hoy mismo, Borrell, ha vuelto a mostrar su determinación de entorpecer la política exterior del Govern. El gobierno español ha informado a las autoridades de EE.UU. y de cinco países europeos de que las oficinas que se han abierto están impugnadas ante los tribunales españoles.

El ministerio lo ha comunicado a las autoridades de Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Suiza, Italia y Francia, donde están las primeras delegaciones que anunció el conseller de Acció Exterior en ese momento, Ernest Maragall.

Por otra parte, el ministro dio a entender el viernes desde Malta que los embajadores del Estado español "tienen órdenes" de replicar en los actos institucionales del president Quim Torra en el extranjero. "Claro que replicarán, lo tienen que hacer, es su trabajo y además tienen instrucciones precisas", dijo Borrell.