El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha asegurado que "todo es absolutamente explicable" acerca de la operación del Institut Valencià de Finances (IVF) con el Grupo Zeta por la que el PP ha pedido su comparecencia en Cortes. El IVF perdió 1,3 millones de euros al aceptar la quita del 70% de la deuda de Zeta, una condición clave en la venta del grupo mediàtico a Prensa Ibérica. Zeta era propietaria de Pecsa, la editora del diario Mediterráneo de Castelló, de la que Puig posee el 1,2% (177.886,06 €) aun hoy. Puig siempre ha declarado esa propiedad al portal de transparencia de la Generalitat Valenciana.

El PP ha solicitado al president que explique su participación en consejo de gobierno en que se aprobó la quita, "que podría favorecer a algún grupo empresarial en el que tiene acciones e intereses", en oblicua referencia al Grupo Zeta y a Mediterráneo.

Los populares y diversos medios afines quieren así buscar las cosquillas a Puig y mandar un aviso a Prensa Ibérica, que es también propietaria de los diarios líderes en las otras dos provincias, Levante-EMV en València e Información en Alacant, siempre distantes con los gobiernos del PP. Además, Prensa Ibérica es el mayor grupo de medios de la comunidad, por lo que es el que más publicidad institucional recibe de la Generalitat que preside el mismo Puig (casi 1,7 millones de euros, según ABC).  

Tras la adquisición de Zeta, Prensa Ibérica es también el mayor grupo de medios de Catalunya.

Una vieja historia 

Puig ha insistido desde Bruselas que él no es accionista de Zeta, sino de Pecsa. "Nunca he participado en Zeta, nunca he tenido nada que ver con Zeta, que es la accionista mayoritaria de [la editora de] Mediterráneo. Nosotros éramos gente minoritaria. No sé si representamos [los minoritarios] el 10%. Yo represento el 1%".

La historia del accionista Puig arranca tras su despido de Mediterráneo, periódico en el que trabajaba. "Tras el golpe de Estado [del 23-F de 1981], en una actitud absolutamente arrogante, el gobierno de la UCD en aquel momento eliminó todos los restos del 'suarismo', entre ellos al director de mi periódico", ha explicado hoy el mismo Puig.

"A mí me echaron, fui al juzgado y finalmente gané la demanda. Ese dinero [de la indemnización] lo invertí cuando [Pecsa] compró del diario. En aquel momento, como ahora, mi ambición era que hubiera un diario progresista en Castelló, y que se mantuviera", ha señalado.

"No es cierto"

Tras su entrada en política con el PSOE y ocupar diversos cargos, Puig nunca pensó en desprenderse de esas acciones o que su propiedad podría perjudicarle. "Nunca he participado en la dirección de la empresa ni en ninguna cuestión que tenga que ver en la dinámica empresarial de Pecsa y ahora se ha producido una situación difícil del socio mayoritario de Pecsa, no de Pecsa", ha agregado en referencia a la operación del IVF.

De todo ello, Puig concluye que "no es cierto" que el IVF haya intervenido en una empresa en la que él participe. De hecho, el director del IVF, Manuel Illueca, ha afirmado que desconocía que Puig fuera accionista de Pecsa.

El director del IVF, Manuel Illueca, ha admitido que habló con el president Puig de este caso porque "aparecía en prensa permanentemente". Illueca ha recalcado que Puig "nunca ha dado luz verde ni roja a ninguna actuación del IVF" sino que ha mostrado el "máximo respeto a la decisión técnica que se adopta en esta casa". Puig, en Bruselas, ha añadido que pensar lo contrario "sería faltarle el respeto a estos funcionarios, que son absolutamente independientes y tienen una valía profesional y que han decidido lo que creían mejor".