En un momento complicado por el catalán, Xavier Antich ha alertado sobre un incipiente "riesgo de parálisis" en la defensa de la lengua. "No podemos quedar atrapados en una fase de resistencia", ha advertido al presidente de Òmnium Cultural, ya que esta parálisis "nos puede llevar a perder la batalla". Así lo ha defendido en la clausura de las Jornades de llengua, propostes de futur per al català que ha acogido la Universitat Pompeu Fabra. En ella han participado expertos y más de un centenar de asistentes con la intención de recoger unas conclusiones y diferentes diagnosis con la idea de avanzar hacia uno "nueve gran acuerdo en la historia social" del catalán. Este contenido se presentará próximamente en las diferentes sedes de la entidad por el territorio.

Antich ha aprovechado la ocasión para tirar una clara advertencia: "Vamos tarde y delante tenemos un Estado que ha renunciado a la diversidad y ve cualquier acción de protección como una amenaza", y en este contexto, el reto de la lengua "crecerá exponencialmente". Por eso, ha hecho un llamamiento a la unidad de todos los actores implicados en la defensa de la lengua. "Asumámoslo: nos toca y tocará trabajar a todos, intensamente y de manera continuada, la estrategia de la división aprovecha cualquier rendija para desplegar todo el potencial".

El papel los partidos

Antich ha dejado claro que los partidos tienen responsabilidades en este debate, después de que esta semana se haya vuelto a aplazar el acuerdo por el catalán pactado entre el PSC, ERC, Junts y Comuns. Es la tercera vez desde que se anunció el acuerdo a final del mes de marzo que se acaba posponiendo, y es que Junts ya retrocedió desde un inicio cuando vio el rechazo social que levantaba la iniciativa, ideada por los cuatro partidos que suman más de 100 diputados. En este sentido, Antich ha destacado que desde Òmnium están convencidos de que los partidos son imprescindibles por la lengua: "No hay alternativa". Al mismo tiempo, sin embargo, ha admitido que no todo depende de las administraciones, también empresas, sindicatos y entidades de la sociedad civil corresponde actuar con iniciativa propia: "el país no puede volver a olvidar la lengua".

El presidente de Òmnium ha aprovechado el acto para dibujar al mismo tiempo una línea roja en la defensa de la lengua: "No podemos caer en la etnicitzación lingüística que alimenta el Estado, o lo que es lo mismo, no dejaremos que nos confronten por la lengua", exigiendo que esta quede fuera de los debates tóxicos.