El abogado Gonzalo Boye ha invitado a analizar el partido ultra Vox con perspectiva, y ha advertido que "sólo es el síntoma" de una situación mucho más arraigada en España, aludiendo a cómo se realizó la transición política.

"No nos confundamos ni nos dejemos engañar: Vox sólo es un síntoma... La enfermedad es mucho más grave y está muy extendida", ha advertido.

Gonzalo Boye

Boye ha hecho la reflexión después de que el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, abandonó el viernes el debate que organizaba la Cadena SER para las elecciones de Madrid, después de que la ultra Rocío Monasterio se ratificó en sus palabras, poniendo en duda las cartas amenazadoras con balas en el interior recibidas por Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y la directora de la Guardia Civil, María Gámez. Excepto la cabeza de lista de Vox, el resto de candidatos reclamaron a Iglesias que se quedara en el debate. Menos Isabel Díaz Ayuso, porque declinó participar del debate electoral. Finalmente, también abandonaron el estudio Ángel Gabilondo y Mónica García, que dieron por enterrado el programa.

El incidente que protagonizó la candidata de Vox en el debate electoral de Madrid a la cadena Ser, ha provocado que reapareciera en la red lo que la dirigente del partido de Santiago Abascal hizo en un coloquio del presidente Carles Puigdemont en la capital española antes del referéndum del 1-O.

Monasterio interrumpió en aquella ocasión el coloquio, organizado por el Foro Nueva Economía, y se puso en frente mostrando unas esposas. Gritó "sin ley no hay democracia", y dejó las esposas sobre la mesa de Puigdemont. Su acción, sin embargo, no escandalizó entonces en Madrid, a diferencia de hoy, y TVE la definió con tono condescendiente como "una espontánea" que había interrumpido el acto.

El incidente tuvo lugar el 27 de mayo del 2017 justo cuando empezaba la ronda de respuestas del president de la Generalitat a los periodistas. Rocío Monasterio era entonces la número dos de Vox en Madrid.