Cada 10 de septiembre por la noche muchos pueblos del país celebran las tradicionales marchas de antorchas por la independencia.

La víspera de la Diada tiene lugar este acto, que, según los organizadores, tiene que servir como gesto de expresión popular, de denuncia contra "todo aquello que atenta contra las libertades nacionales y la democracia" y de reivindicación independentista, eso sí, sin "manipulación ni utilización partidista".

Imagen: marxadetorxes.cat

Este año la noche del 10 de septiembre serán 112 las marchas que tendrán lugar en algún punto del territorio.

En Barcelona, las dimensiones de la capital del país hacen que las marchas se hagan por barrios.

Algunas de ellas acaban en el mismo punto, el Passeig dels Til·lers, en los que se hará la lectura de un manifiesto. Confluyen allí las marchas de Fort Pienc, Sagrada Família, Sant Andreu y Sant Martí.

También se hacen marchas en el Eixample, Sants-Poble Sec, Les Corts, Ciutat Vella y la Barceloneta. Estas dos últimas acaban en el Fossar de les Moreres.

En el resto del país, destacan las marchas de Vilafranca del Penedès (Alt Penedès), una de las que agrupa más gente, y que este año cuenta con la participación de Anna Arqué, de la Comisión Internacional de Ciudadanos Europeos.

En Sant Iscle de Vallalta (Maresme), esta víspera de la Diada las marchas de los pueblos de los alrededores confluyen, en una ceremonia donde leerá un manifiesto el actor Quim Masferrer.

Badalona, Manresa, Reus, Terrassa o Santa Coloma de Gramanet son, aparte de Barcelona, otras de las ciudades grandes que organizan marchas.

Aparte de las marchas de antorchas por la independencia, también tiene lugar la Marxa dels Vigatans, en Vic, en la que escamots de la zona confluyen en la capital de Osona para recordar el apoyo de la ciudad al archiduque Carlos III de Austria.