Las adhesiones al manifiesto internacional "Let Catalans Vote" (Dejad votar a los catalanes) se amplían y la petición de un referéndum sigue sumando apoyos internacionales. Hecho público el año 2014, y suscrito entonces por veintiséis personas, hoy ya son 40 personalidades internacionales las que suscriben el manifiesto conjunto. Entre los nombres que hay destacan el del actor norteamericano Viggo Mortensen y el del político irlandés Gerry Adams.

Los nombres

Encabezado entonces por tres premios Nobel, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, el pacifista argentino Adolfo Pérez Esquivel y el dramaturgo Dario Fo, hoy se añaden Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz y Ahmed Galai, vicepresidente de la Liga Tunecina de los Derechos Humanos, del Cuarteto de Diálogo Nacional y premio Nobel de la Paz en 2015.

Las nuevas personalidades que también se suman al llamamiento mundial para hacer posible el derecho a decidir del pueblo de Catalunya son la política y filósofa afroamericana Angela Davis; Mirta Baravalle, presidenta de Madres de la Plaza de Mayo; José Bové, activista altermundista y sindicalista francés; Piedad Córdoba, política mediadora del acuerdo humanitario en Colombia; Tsering Woeser, escritora tibetana; Jason Y NG, miembro y cronista de la Revolución de los Paraguas en Hong Kong; Irvine Welsh, escritor escocés; José Shulman, secretario de la Liga Argentina de los Derechos Humanos: Hélder Costa, dramaturgo portugués, y Hans Ulrich Gumbrecht, pensador alemán i catedrático de Stanford.

Herramientas democráticas

Hecho público a través de la web www.letcatalansvote.org, el manifiesto remarca que "la mejor forma de resolver las disputas internas legítimas es utilizar las herramientas de la democracia", y hace un llamamiento "al Gobierno y a sus instituciones" para que trabajen juntos con sus homólogos catalanes para permitir que los ciudadanos de Catalunya puedan votar sobre su futuro político y, posteriormente, establezcan negociaciones de buena fe basadas en el resultado.

El manifiesto quiere dejar claro que "impedir que los catalanes voten parece contradecir los principios que inspiran a las sociedades democráticas".