Las cuitas de la vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaria, para conseguir una posición en primera línea al lado del Rey en las fotografías de la inauguración del Mobile World Congress se están convirtiendo ya en un clásico. Si el año pasado fue el vicepresident, Oriol Junqueras, quien tuvo que rescatarla de la fila de detrás donde había desaparecido, este año Santamaría se ha tenido que espabilar sola en una carrera angustiosa para llegar en posición antes de que los fotógrafos inmortalizaran la imagen.

La escena se produjo este lunes, en la preparación de lo que tenía que ser la fotografía de familia de la inauguración del Mobile. Es fácil seguir el recorrido de la vicepresidenta porque tanto ella como la alcaldesa de l'Hospitalet, Núria Marín, van vestidas de rojo. Santamaría parte de una línea de salida muy atrasada, y después de un primer momento de duda se dirige hacia la derecha del monarca, pero rápidamente corrige el tiro y gira hacia la izquierda hasta que, con agilidad, y mientras la cabecera de la formación avanza indiferente a sus esfuerzos, consigue situarse en el lugar que le corresponde. Justo para quedar perfectamente situada en la foto de familia.

El año pasado, fue Junqueras quien le echó una mano, lo cual dio pie a una imagen que la convirtió en diana de críticas furibundas desde sectores unionistas.

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