El curso político ha empezado con el mismo tema estrella con el que acabó: la mesa de diálogo. Esta reunión entre el ejecutivo catalán y el español, que todavía no tiene una fecha fija, suscita muchas controversias entre los socios de Govern (Junts y ERC). ERC insta a Junts a fortalecer y cohesionar la posición catalana en la mesa de diálogo y Junts reclama a los republicanos afianzar la unidad del independentismo y aprovechar la fuerza en el Congreso para presionar el gobierno de PSOE y Podemos.

Quien se mira todas estas disputas desde fuera es el expresidente de la Generalitat Quim Torra, el cual tiene muy poca confianza en este segundo encuentro entre gobiernos. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Torra ha pedido al Govern de coalición más "confrontación" con el Estado y ha insinuado en varias ocasiones que tiene que ser más contundente con la lucha por la independencia.

"El Govern ha abandonado la vía de la confrontación para centrarse en la de la gestión. Eso es una mala noticia para los que creemos en el procés de independencia", ha dicho el expresidente justo empezar la entrevista al mismo tiempo que se ha preguntado cuál es el plan del Govern para la independencia. "Yo todavía no he visto cuál es la estrategia", ha apuntado.

El embate democrático

En la misma línea, Quim Torra ha asegurado que el independentismo "está desorientado" porque no sabe en qué línea se mueve el Govern. "¿Qué es eso del embate democrático que tanto dice? ¿Es un referéndum? ¿Es una Declaración Unilateral de Independencia (DUI)?", se ha preguntado.

Torra, que ha apuntado que el Goven actual tiene mayoría independentista y el suyo no, ha recordado que él en su momento sí que supo "confrontar" en el momento en que dejó claro en el Parlament cuál era su posición de 'Ho tornarem a fer'.

Por todo eso, ha pedido que en la mesa de diálogo se vaya con una posición "que diga como será este embate democrático en caso de que el diálogo con el Estado no funcione".

Preguntado por quien tiene que participar en la reunión de la mesa de diálogo de septiembre, Torra ha respondido que este no es un tema relevante sino que lo importante es el contenido del encuentro. Y sobre esta cuestión, ha recordado que después de la primera reunión en que asistieron él mismo y el presidente Pedro Sánchez, se acordó que en la segunda reunión, que no se llegó a producir, ya no participarían los presidentes. También ha recordado que para celebrar el segundo encuentro como presidente de la Generalitat la condicionó a pactar los términos de un referéndum.

Torra considera "imposible" que haya un referéndum pactado con el Estado y ha asegurado que no se producirá nunca "ni en el 2030 ni en el 2080". Y por eso ha añadido que "no es correcto" la estrategia de dar dos años de "tregua", en referencia al margen que se ha dado para ver si prospera la negociación con el Estado.

De hecho, según el expresidente de la Generalitat, el único sentido que tiene una mesa de diálogo con el Estado es en un contexto de "ruptura" con el fin de "minimizar riesgos". Y teniendo en cuenta el contexto actual, ha dicho que "lo mínimo" es que el Govern vaya a la reunión poniendo sobre la mesa la qué hará si la negociación no prospera, es decir, concretando "el embate democrático".

Torra lamenta la "desorientación" del independentismo como cree que demuestran las declaraciones de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, sobre la mesa de diálogo. Y ha lamentado que se haya entrado en un "proceso de normalización". Como ejemplo, ha puesto que "el establishment" como la patronal se deshaga en elogios por los 100 primeros días del Govern de Pere Aragonès.

El delito de sedición

La reforma del Código Penal relacionada con los delitos de rebelión y sedición no es una prioridad para el Gobierno, que no prevé abordarla en los próximos cuatro meses. Un nuevo incumplimiento del ejecutivo de Pedro Sánchez, que se comprometió a aprobar la modificación el año pasado.

Así lo aseguró el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la cual destacó que la prioridad del Gobierno es cumplir los 50 compromisos adquiridos en Bruselas con el Plan de Recuperación Económica. Bolaños informó que antes de que acabe el año tienen previsto aprobar 144 normas, entre ellas las nuevas leyes de vivienda, ciencia y reforma laboral. En ningún caso los delitos de rebelión y sedición, una reforma que favorecería la situación.

Quim Torra tiene una teoría propia sobre este tema: "Iremos a una mesa donde no se puede hablar de independencia, quizás en la mesa sale el tema del delito de sedición y lo convierten en el gran tema de la reunión". Torra teme que el gobierno utilice la reforma de este delito para eclipsar las conversaciones sobre la independencia.

 

Foto principal: El expresidente de la Generalitat, Quim Torra / ACN