La batalla interna entre JxCat y ERC, y especialmente entre la presidencia del Govern y del Parlament, continúa bien latente. Después de que este miércoles se reabriera la herida entre los dos partidos por el escaño del presidente –Torra reclamó a Roger Torrent que le devolviera el acta de diputado y ERC le recordó que es la JEC a quien le ha sacado–, el jefe del ejecutivo ha vuelto a insistir. Lo ha hecho durante una cena coloquio en Petra organizado por la Asamblea Soberanista de Mallorca.

Allí, Torra ha defendido que "cualquier decisión que tome el Parlament de Catalunya, donde radica la soberanía de los catalanes, es de obligado cumplimiento y se tiene que defender hasta las últimas consecuencias". En este sentido, el presidente ha criticado que se esté convirtiendo en una "Parlament simbólico" si no se ejecuta aquello que se vota. "La primera norma nuestra es el respeto a la voluntad popular", ha añadido.

A pesar de estas declaraciones, Torra ha instado a rehacer la unidad de los partidos independentistas, que ha calificado "imprescindible" para llegar a la independencia, y ha asegurado que sólo "con esta fuerza con la que te puedes plantar a Madrid a negociar alguna cosa".

Con todo, ha apostado por una lista unitaria del independentismo en las próximas elecciones y, si no es posible, pide construir al menos una estrategia conjunta para negociar con el Estado en los programas de los próximos comicios.