Muchos supermercados del Reino Unido vuelven a estar como en los primeros tiempos de la pandemia. Entonces la manía para acaparar papel de váter dejó muchas estanterías vacías; y ahora el Brexit se ha encargado de hacer que algunos productos no lleguen tan fácilmente como antes a supermercados y restaurantes.

La salida de la Unión Europea dividió a los ciudadanos del Reino Unido casi por la mitad. Con el 52,9% de los votos a favor de marcharse, el país empezó en el 2016 un camino pedregoso para separarse de Europa. En Escocia, sin embargo, la opción de quedarse en la UE ganó con una amplia mayoría del 62%. Por eso, la idea de conseguir un nuevo referéndum y huir de las consecuencias del Brexit con un nuevo estado dentro de Europa gana fuerza dentro del independentismo escocés. Y de hecho hace dos años el rechazo a la salida de la UE ya fue el motivo para hacer crecer los apoyos independentistas más allá del 50%.

Las primeras consecuencias del Brexit

Aunque el Reino Unido se marchó oficialmente de la UE en el 2020, no fue hasta el 1 de enero de este año que no abandonó oficialmente el mercado único europeo. Sin un acuerdo con Bruselas para mantener unas fronteras más flexibles, el actual primer ministro Boris Johnson sacó adelante un Brexit duro del cual ahora se empiezan a notar las primeras consecuencias. Como por ejemplo, la falta de productos en tiendas y restaurantes.

Algunas estanterías vacías en un supermercado de Londres. / L.C.

"Algunas personas que trabajaban aquí, conduciendo camiones, dejaron de trabajar durante la pandemia y ahora es difícil que vuelvan a causa del Brexit", comenta el profesor de Ciencias Políticas de la Strathclyde University (Glasgow) e investigador del instituto escocés ScotCen, Sir John Curtice, en declaraciones a ElNacional.cat. Eso ha hecho que en los supermercados no haya siempre todos los productos disponibles y que incluso algunas cadenas como McDonald's hayan tenido que dejar de vender batidos por falta de algunos ingredientes.

Colas en un establecimiento de McDonald's donde se vendían batidos. / Efe

Desde la Road Haulage Association (RHA - Asociación de Transporte por Carretera), calculan que faltan unos 100.000 transportistas para poder abastecer las necesidades del país y, como que no hay suficientes ciudadanos británicos con permiso para conducir camiones, proponen que el gobierno permita contratar trabajadores extranjeros con más flexibilidad de manera temporal. Una opción que supondría un parche también en otras industrias, como las cárnicas donde la falta de trabajadores en mataderos y el aumento de los precios del gas también está alterando la cadena de producción.

Ahora, Boris Johnson ha aprobado la concesión temporal de 10.000 visados para trabajadores de la UE de estos dos sectores. Insuficiente, sin embargo, para solucionar la escasez de mano de obra calificada, según las previsiones de la RHA.

Revertir la salida de la Unión Europea tampoco no parece posible. Una pequeña esperanza hay, sin embargo, en los escoceses que ven con peores ojos el Brexit; porque hacer la independencia podría significar volver a ser un estado miembro de la UE.

¿Crece el independentismo escocés con el rechazo al Brexit?

De hecho, construir un estado escocés dentro de Europa es la propuesta que lleva el SNP (Partido Nacionalista Escocés) en su programa de gobierno. Después de pactar con los Verdes y prometer un referéndum antes que acabe en el 2023, el partido celebró a mediados de septiembre su conferencia de gobierno donde reafirmó la idea de construir un país independiente, verde y europeo.

La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, en el discurso de la conferencia anual del SNP. / SNP

"El Brexit, y también la pandemia y el cambio climático, cambia definitivamente los términos del debate sobre la independencia", explica John Curtice. Casi nueve años después del primer referéndum en Escocia, ahora el escenario es bastante diferente. Aparte de las reticencias de Londres a permitir que se celebre, el Brexit ha hecho que muchos de los argumentos del 2014 queden superados y que construir una Escocia independiente ahora suponga abrir nuevos frentes. ¿Cómo serán las fronteras con un territorio de fuera de la UE? ¿Es bueno para Escocia quedar fuera del mercado británico?

Mientras estas cuestiones todavía están por resolver, lo que sí que es cierto es que el Brexit ha sido una de las causas que ha hecho crecer el apoyo del independentismo los últimos años. "El aumento del apoyo en el 2019 está definitivamente relacionado con el Brexit", asegura Curtice. Entonces, la encuesta pública Scottish Social Attitudes dio una mayoría del 51% al Sí por primera vez, en parte porque, según John Curtice, la opción de independencia arraigó sobre todo entre los que votaron a favor de quedarse en la UE.

Actitudes sobre cómo se tiene que gobernar Escocia, 1999-2019. / Scottish Social Attitudes survey

Desde entonces, sin embargo, los sondeos no han detectado muchos más cambios, aparte de otro aumento del independentismo a principios de año por la buena valoración de la gestión de la pandemia de Sturgeon. "El Brexit ha contribuido a aumentar el apoyo a la independencia un poco - no mucho - hasta llegar a este 50-50. Y aquí está donde estamos", analiza John Curtice.

Según señala el investigador, desde las elecciones escocesas del mes de mayo, cuando el SNP se quedó a un escaño de la mayoría absoluta, el Brexit no ha supuesto ningún otro gran impacto en el número de partidarios del Sí, que según las últimas encuestas está estancado en un 49%. Todavía está por ver, sin embargo, como reaccionará la gente a la falta de transportistas y de productos fruto de la combinación del Brexit y la pandemia.

La interpretación de la situación por ahora es diversa. "Uno de los argumentos de los partidarios del Brexit es que 'el Brexit hace más difícil salir', pero en el otro lado dicen: 'Precisamente por eso necesitamos salir del Reino Unido'", destaca Curtice. Las posiciones están enquistadas y el roce entre quedarse en un Reino Unido fuera de Europa o hacer la independencia solo se sabrá a ciencia cierta en las urnas. Sturgeon ya ha puesto la cuenta atrás. Ahora falta que desde Londres permitan que Escocia vuelva a celebrar un referéndum.

 

Imagen principal: Un supermercado de Londres con las estanterías vacías, a finales de agosto. / Efe