Se confirman las deserciones en Sumar sobre la votación del traspaso de las competencias de inmigración a la Generalitat de Catalunya, que tendrá lugar este martes a última hora en el Congreso de los Diputados. Hace seis meses, dos días después de que el PSOE y Junts presentaran la ley, Alberto Ibáñez (diputado de Compromís integrado en el grupo parlamentario de Sumar) avisó que votaría en contra esgrimiendo que la iniciativa desplaza la agenda legislativa hacia “marcos racistas”. Y hoy ha confirmado que no apoyará la toma en consideración de la proposición de ley: “Desde la máxima empatía y respeto al resto de compañeros de izquierdas y antirracistas de mi grupo y de otros grupos, nosotros entendemos que no se está votando meramente un tema competencial, que es una batalla cultural que se está llevando a cabo por la extrema derecha”, ha justificado esta mañana en rueda de prensa. “Entendemos que es un preámbulo racista, que hay diferentes agendas y contradicciones y que la proposición de ley busca señalar a uno de los colectivos más vulnerables que hay en nuestro país, que son los migrantes temporeros”, ha añadido. Y ha verbalizado que su voto está “más cerca del no que de la abstención”.
Una hora más tarde, ha sido el turno de la portavoz de Sumar en el Congreso, que ha quitado importancia a la división en sus filas escudándose en el hecho de que la iniciativa está condenada al fracaso parlamentario a causa del rechazo de Podemos, que ha abierto una guerra entre la formación morada y Junts en los últimos días. “No creo realmente que la posición del grupo tenga una trascendencia vital”, ha reconocido Verónica Martínez Barbero. “Las estimaciones que nosotras tenemos apuntan de primeras que esto no sale y esta es la base de la que tenemos que partir para explicar ciertas estas posturas dentro del grupo”, ha argumentado. “La norma tiene visos de no salir y que permite la posición política de personas de mi grupo que quieren manifestar públicamente una posición haciéndola a través del voto”, ha apostillado.
Fuentes de Sumar señalan que no habrá sanciones para los diputados que no sigan el voto dictado por la dirección del grupo parlamentario. Compromís tiene un acuerdo que le da vía libre para diferenciarse en las votaciones, pero también está en duda el voto de los diputados de Izquierda Unida y de Jorge Pueyo, el representante de la Chunta Aragonesista.
“No comparto las opiniones de quien piensa que esta norma esconde algo más detrás”
Verónica Martínez Barbero también ha mostrado contrariedad por la postura que ha manifestado Alberto Ibáñez en la misma sala de prensa. “En este caso, yo comparto que son más difíciles de argumentar porque la confederalidad yo creo que es apostar firmemente porque las comunidades autónomas pueden ejercer las competencias”, ha esgrimido. “Seguramente innecesario, pero respetable desde el punto de vista político”, ha confesado.
En la misma línea, ha defendido que la delegación de las competencias en inmigración es un “avance hacia un estado más confederado” y lo ha presentado como una iniciativa “esencial” porque da “servicios a la ciudadanía mucho más cercanos”. “La gestión por parte de las comunidades autónomas siempre va a ser mejor”, ha justificado. “Saben que nuestra posición netamente es de apoyo a la transferencia de competencias”, ha querido dejar claro. Aunque ha reconocido que hay “palabras y frases” con las que no están de acuerdo y que, si la norma superara su primer examen parlamentario, tendrían “muchísimas enmiendas que hacer”.
“La letra de esta norma es una norma de transferencia de gestión de competencias. […] No comparto las opiniones de quien piensa que esta norma esconde algo más detrás”, ha sostenido. Previamente, Alberto Ibáñez había sembrado la sombra de duda sobre esta cuestión y se había desmarcado de la posición que verbalizaría después la portavoz de su grupo parlamentario: “Respetamos a aquellos que entienden que estamos ante una votación de la agenda plurinacional, ojalá nosotros lo entendiésemos así. Pero Europa tiene que afrontar un debate serio sobre la realidad de la agenda de la extrema derecha”. “Creo que votando a favor de esta norma estamos contribuyendo a un marco que no es el que la agenda plurinacional y de izquierdas debería llevar”, ha reiterado. “No hay voluntad de quien expone esta ley de construir una España menos racista, tampoco una Catalunya”, ha concluido.