El conseller Josep Rull ha dado seis zascas significativos a la fiscal Consuelo Madrigal durante el interrogatorio de hoy en el juicio al procés, que han mostrado que la representante del ministerio público no se había preparado de forma suficiente las preguntas.

El primer toque se ha producido cuando la fiscal ha asegurado que la hoja de ruta del Govern hablaba de promover manifestaciones "espectaculares", lo que se ha demostrado que no consta en el documento que citaba. Rull le ha reprochado que manipulaba la hoja de ruta y la ha dejado en evidencia.

El segundo choque ha tenido lugar con el trato peyorativo que está teniendo el catalán durante el juicio, con la mala pronunciación de los nombres propios, el recurso a la toponimia franquista y la prohibición de la traducción simultánea. Rull ha reprochado al tribunal que ve el catalán "como una amenaza o como un problema", y después ha reivindicado que se utilice el nombre oficial de Terrassa.

El tercer zasca ha sido cuando el conseller no se ha privado de hablar de los "piolines" para justificar que el Govern no dejara atracar en el puerto de Palamós al barco Moby Dada, y ha quedado claro que además no lo decidió personalmente.

La fiscal ha intentado construir la acusación de rebelión con un informe de Reporteros Sin Fronteras sobre la cobertura de los medios durante los días álgidos de octubre. Un documento titulado "Ser periodista en Catalunya, tarea arriesgada y compleja" y que su propia autora, expresidenta de RFS tuvo que enmendar, como puede comprobarse en la siguiente captura.

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Corresponsales como el de Le Figaro, Mathieu de Taillac, o la de varios medios alemanes, Julia Macher, han negado en las redes cualquier persecución.

La fiscal se ha hecho después un lío con la autopista A-7, al pensar que era de competencia catalana. Rull le ha tenido que recordar que es una vía competencia del Estado. El hecho ha sido motivo de burla en las redes.

La fiscal ha intentado manipular después una entrevista de Rull a El Nacional, hecha por Carlota Camps. La frase que aparece en los folios 97 y 98 del escrito de acusación no aparece en realidad a la entrevista publicada. De hecho, el "literal" atribuido a Rull es un compendio de varias declaraciones que aparecen a lo largo de una entrevista muy extensa y que en muchos casos no tienen conexión entre sí.