La ley trans ya es una realidad. Después de meses de estira y rocía entre los dos partidos en la Moncloa, finalmente el texto llegó al Congreso y fue aprobada. Si bien, finalmente PSOE y Unidas Podemos habían llegado a un pacto, no todos los socialistas han estado dispuestos a seguirlo. Es el caso de Carmen Calvo, la exvicepresidenta del Gobierno, quien se abstuvo, rompiendo así la disciplina de voto del PSOE. Según publica El Español, los socialistas estudiarán si sancionar las acciones de Calvo.

La abstención de Calvo no habría cogido por sorpresa al partido. Aunque se había pedido a los diputados socialistas que votaran a favor del texto, su cruzada contra la ley trans ha sido pública y notoria. A pesar de dejar muy clara su postura sobre la ley, Calvo abandonó el Congreso a toda velocidad y solo se dirigió a un par de periodistas, a quien aclaró que está "de acuerdo que haya una ley, pero no esta ley".

El PSOE tiene precedentes de sanciones a sus diputados para romper la disciplina de voto. Por ejemplo, el último a romperla fue Odón Elorza, quien fue multado por el partido. Así pues, Elorza tuvo que pagar 600 euros. Si este será el camino de Calvo lo tendrá que decidir la Comisión de Ética y Garantías del PSOE. No se puede augurar cuál será la decisión, pero el hecho que su voto no fuera decisivo puede indicar que el castigo no será severo.

El colectivo LGTBI celebra la nueva ley

Los colectivos trans, bisexuales, intersexuales y LGTBI, así como otras organizaciones y activistas, celebraron en las puertas del Congreso la aprobación de la nueva ley trans que reconoce la autodeterminación de género y desarrolla una serie medidas para garantizar los derechos de estas personas. Es decir, el texto establece que será suficiente con presentar la petición al registro, que tendrá que ratificarse tres meses después. Lo podrán hacer todas las personas que tengan 16 años o más. Otro elemento de la norma es la prohibición expresa de las terapias de reconversión que tengan como finalidad modificar la orientación sexual de las personas. De hecho, la nueva legislación supone que se deja de considerar la transexualidad como una enfermedad, y por eso elimina de los trámites cualquier intervención de médicos o psicólogos que actúen como testigos.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, y diputados de Unidas Podemos salió de la Cámara Baja en la calle, donde fue aclamada por más de medio centenar de personas, que les esperaban en la escalinata del Congreso para retratarse este día en las puertas de los Leones.