Ya se han concedido los indultos a los presos políticos, pero la agenda política sigue muy sobrecargada. Sin ir más lejos, mañana mismo Pedro Sánchez se reunirá con el president Pere Aragonès en La Moncloa. Y hoy el presidente español ha reiterado su negativa a negociar un referéndum y ha descartado también la presencia de Oriol Junqueras en la mesa de diálogo. También mañana, una cuarentena de dirigentes independentistas están convocados en el Tribunal de Cuentas por la acción exterior de la Generalitat. El dirigente socialista se ha limitado a decir que "respetará" lo que resuelva este órgano administrativo.

En una entrevista a la SER desde Barcelona, el presidente del Gobierno ha defendido este lunes la vía del diálogo y ha pedido empezar a trabajar por los "puntos de encuentro", poniendo encima de la mesa su "agenda para el reencuentro". En este sentido, ha rechazado el referéndum de autodeterminación que le pide el president Aragonès. "Sobre estas cuestiones no nos vamos a poner de acuerdo", ha reiterado Pedro Sánchez. Y ha hecho suyas las palabras del portavoz de la Conferencia Episcopal Española, que "acertó diciendo que la Constitución no es un dogma, pero sí que marca el terreno sobre el cual podemos dialogar".

El presidente español ha reclamado un diálogo que sea "realista, humilde y gradualista", y no empezar "por cosas que nos separan" sino buscar "puntos de encuentro". De la misma manera, ha pedido al Govern de Catalunya que convoque la mesa de partidos del Parlament, que "reconozca a la otra parte de Catalunya que en algunas ocasiones ha intentado invisibilizar". Ha reivindicado que esta mitad de Catalunya "es tan importante como la que pueda representar el nacionalismo".

Preguntado sobre la presencia de Oriol Junqueras en la mesa de diálogo, el presidente del Gobierno ha cerrado la puerta, remarcando que es "una mesa entre gobiernos, entre representantes de los dos ejecutivos". En este sentido, también ha recordado que "el señor Junqueras tiene todavía unos años de inhabilitación", hecho que no casa con su participación del órgano bilateral. A pesar de todo, ha valorado positivamente la actitud del líder republicano en favor del diálogo. Ayer aseguró que la actitud del Gobierno "es la mejor" en diez años.

Con respecto a los indultos, Pedro Sánchez ha admitido que ha cambiado de opinión. Y ha profundizado en su mensaje de los últimos días: el "castigo", incluyendo la prisión y el 155, fueron "útiles" en el pasado. Ahora, en cambio, lo es el "perdón", que "no significa que hayamos olvidado lo que pasó". De la misma manera, ha reiterado que "sin duda" hubiera aprobado igualmente la medida de gracia aunque no dependiera de los votos del independentismo en el Congreso de los Diputados.

 

"Respeto" por el Tribunal de Cuentas

 

​Mañana mismo hay citados una cuarentena de cargos y excargos de la Generalitat en el Tribunal de Cuentas, para pedirles una fianza multimillonaria por el gasto exterior de la Generalitat. El ministro José Luis Ábalos habló de "piedras en el camino" del diálogo. En cambio, el presidente español se ha limitado a recordar que "es una instancia administrativa", y no un órgano judicial. Y que "respeta sus trabajos" y que "deberemos respetar lo que resuelva". No dará ninguna instrucción a la Abogacía del Estado.

La cena de ayer

Al presidente español le gustó la imagen de la cena de ayer en Barcelona: una misma mesa con Sánchez, el Rey, Aragonès y la alcaldesa Ada Colau. Ha admitido que "no arreglaremos de la noche a la mañana lo estropeado en diez años", pero ha asegurado que se trata de los "primeros pasos para resolver esta crisis institucional y política". Como también lo son los indultos a los nueve presos políticos.

Críticas a Aznar i Ciudadanos

Sánchez ha tenido dardos para el Partido Popular, y especialmente contra el expresidente José María Aznar, que "primero tendría que pedir perdón por meter a España en una guerra injusta" pero también "ser mucho más justo con la democracia española. También ha cargado contra Ciudadanos, un caso "inédito" en Europa. "No hay ningún partido liberal que pacte sólo con la derecha y además con la ultraderecha", ha lanzado a la formación de Inés Arrimadas.