El líder del PSOE, Pedro Sánchez, sigue con la bala del artículo 155 en la recámara y ha reclamado a los partidos independentistas que "no jueguen con fuego". Lo ha asegurado en la presentación de la campaña del partido socialista para las elecciones del 10 de noviembre, bajo el lema "Ahora, Gobierno. Ahora, España".

Si a Sánchez se le acusaba en la investidura de no hablar de Catalunya, ahora es la protagonista en todos sus actos. Ha vuelto a pedir a los líderes independentistas que "condenen rotundamente la violencia". Sánchez ha insistido en que hace falta que el independentismo rechace cualquier tipo de violencia aunque sólo haya "indicios" y sobre todo "si viene de sus filas", en referencia a las detenciones de los CDR acusados de terrorismo.

"Catalunya no quiere independencia, quiere convivencia," ha afirmado el líder socialista que ha reiterado que Catalunya necesita "primero ley y después diálogo". "Un diálogo que sirva para reforzar lo que une a todos: autogobierno, Estatuto y Constitución", ha añadido.

Sánchez ha explicado que el PSOE es la "garantía contra el secesionismo de Catalunya" y ha reclamado que el independentismo "reconozca su fracaso y deje de fracturar la sociedad". "Llevan mucho tiempo equivocándose y tienen que pensar en las necesidades reales de la población", considera.

El líder socialista ha asegurado que el PSOE es la única formación política que puede garantizar "estabilidad" y una "hoja de ruta clara". "Cerraremos una etapa de bloqueo y abriremos una etapa de estabilidad", ha remarcado. Sánchez ha insistido en que hay que superar la "crispación y el bloqueo" y ha declarado que lo hará realidad el PSOE con un gobierno "sólido, estable, progresista" para todo el mundo y que no excluirá a nadie".