Pedro Sánchez cree que se saldrá con la suya y podrá reeditar el gobierno de coalición progresista. A las puertas de iniciar una negociación con las formaciones independentistas catalanas para amarrar una posible investidura, el presidente del Gobierno en funciones promete para Catalunya "una solución plenamente constitucional" para desinflamar el conflicto político. La línea roja de Junts y ERC es el despliegue de una ley de amnistía que permita sacar el conflicto político de los tribunales. Después de servirse de los indultos y de la derogación de la sedición, Sánchez cree que la vía para la legislatura será "una apuesta por el diálogo y la concordia" como "mejor solución a esta crisis".

El PSOE y Sumar están planteando la posibilidad de poner en marcha una amnistía que permita poner el contador a cero en los tribunales, pero el impulso de esta norma pone sobre la mesa su encaje en la Constitución española. Hay debate entre juristas. A pesar de que no se ha referido a ella explícitamente, en este contexto se tienen que enmarcar las palabras de Pedro Sánchez en el Ateneo de Madrid, donde este lunes ha arrancado el curso político. "Las soluciones son plenamente constitucionales y han funcionado porque Catalunya está infinitamente mejor que hace un lustro," ha asegurado, para después comprometerse, durante la decimoquinta legislatura, "a ser coherentes y seguir avanzando en el propósito para la convivencia".

El presidente en funciones está convencido de que ha tocado la tecla correcta en Catalunya y, por eso, ha defendido que los próximos años servirán para "dejar atrás definitivamente la fractura del 2017". "Si estos últimos años han servido para iniciar la etapa del reencuentro y la concordia, los próximos consolidarán la cohesión territorial y garantizarán la convivencia en democracia. No podemos repetir los errores del pasado, es el momento de la política, de pasar página y de aprender de los errores del pasado y mirar hacia un futuro de convivencia", ha rematado desde Madrid.

Al mismo tiempo, y en vista a la investidura de Alberto Núñez Feijóo el 26 y 27 de septiembre, Pedro Sánchez ha calificado la propuesta de una legislatura de dos años por parte del PP de "excentricidad" y vaticina que hasta la fecha de la investidura todavía tienen que pasar "22 días de la marmota". "La constante es la obstinación y la ambición de una sola persona más preocupada por mantener su puesto en el partido que para hacer alguna cosa útil para la vida de los ciudadanos", ha afirmado el presidente español, que considera que "no es una actitud responsable" por parte del líder del PP. "Todavía es peor convertir la frustración personal en un bloqueo colectivo e institucional. No es momento de inventar relatos, sino de construir realidades".

Arranca el curso en Madrid... y en Bruselas

La primera intervención de Sánchez del curso ha convivido con la noticia avanzada por ElNacional.cat, según la cual la vicepresidenta y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, se reunirá este mediodía con Carles Puigdemont en el Parlamento Europeo. El encuentro se enmarca en las negociaciones para la posible investidura de Pedro Sánchez y se trata de un gesto de Sumar para acercar posiciones con Junts per Catalunya, de quien depende básicamente la reedición del gobierno de coalición. Es la primera vez que se conoce públicamente que un representante del ejecutivo estatal se ve con Puigdemont. De la misma manera, fuentes de La Moncloa se han desmarcado de la reunión y han explicado que Díaz informó del viaje este domingo por la noche. Al encuentro participarán también Toni Comín y Jaume Asens.