El inicio del curso político también pasa inevitablemente por Bélgica. Según avanzan fuentes de Sumar a ElNacional.cat, la vicepresidenta y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, se reunirá este lunes por la mañana con el presidente en el exilio Carles Puigdemont en el Parlamento Europeo, en Bruselas. El encuentro se enmarca en las negociaciones para la posible investidura de Pedro Sánchez y se trata de un gesto de Sumar para acercar posiciones con Junts per Catalunya, de quien depende básicamente la reedición del gobierno de coalición. Es la primera vez que se conoce públicamente que un representante del ejecutivo estatal se ve con Puigdemont. De la misma forma, fuentes de La Moncloa se han desmarcado de la reunión y han contado que Díaz informó del viaje este domingo por la noche: "Va en nombre de Sumar, no del Gobierno". En el encuentro participarán también Toni Comín y Jaume Asens.

La vicepresidenta Díaz se está poniendo a ello y está liderando la interlocución con los juntaires. De hecho, al día siguiente de las elecciones del 23 de julio Díaz encargó inmediatamente a Jaume Asens que mediara con el entorno de Puigdemont, con quien mantiene una buena relación personal. Encima de la mesa está el despliegue de una ley de amnistía o una norma que permita atenuar las causas judiciales derivadas del Procés independentista. Y en el horizonte un referéndum de autodeterminación. De la misma manera, Sumar, que cree que una ley de estas características tendría encaje en la Constitución española, ha reunido a un grupo de 20 juristas de diferentes ámbitos para encontrarle el encaje legal.

 

El PSOE opta por otros conceptos

Hasta el momento, el PSOE, que siempre se había mostrado más reticente, prefiere optar por otros conceptos más suaves como "desjudicialización". En cualquier caso no se niega tajantemente. Pedro Sánchez y el resto de portavoces del Gobierno, así como representantes socialistas, creen que sus años de mandato han servido para pacificar y desinflamar Catalunya. En esta línea, los socialistas defienden que los indultos y la derogación del delito de sedición —del que se han beneficiado políticos independentistas— han sido un aspecto clave para rebajar las tensiones políticas.

Sea como sea, en Madrid el secretismo es absoluto respecto a esta cuestión. El presidente de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, ya advirtió este jueves que a estas alturas no existe ninguna conversación entre el PSOE y Junts per Catalunya en torno a una amnistía, y que ninguna de las dos partes ha hecho ninguna propuesta. Fuentes del Gobierno apuntan que, sobre esta cuestión, hay que respetar los plazos. En abierto, la portavoz del ejecutivo, Isabel Rodríguez, asegura que Pedro Sánchez siempre trabaja por la "cohesión territorial" y que su gobierno siempre se mantendrá coherente en la línea de desinflamar el conflicto político entre Catalunya y España.

El arranque del curso es de alto voltaje. Este lunes mismo Pedro Sánchez pone en marcha la maquinaria del curso político con un acto en el Ateneo de Madrid. Será 24 horas antes de que Puigdemont, desde Bruselas, marque las condiciones para negociar el voto afirmativo de Junts per Catalunya a una investidura. El presidente en el exilio catalán lleva días alertando en las redes sociales de que todavía no hay ninguna negociación y lo cierto es que la investidura probablemente fallida de Alberto Núñez Feijóo da un margen de oro para el PSOE y Sumar para negociar los votos de Junts per Catalunya. La sesión será el 26 y 27 de septiembre y, si acaba fracasando, se abrirá un plazo de dos meses para buscar a otro candidato, después de otra ronda de contactos del rey Felipe VI. De hecho, los resultados del 23-J han convertido a Puigdemont en el "kingmaker" de la política española, según describió el politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid Pablo Simón en conversación con ElNacional.cat.