La Moncloa considera que ha conseguido cumplir el objetivo que se había planteado convocando la cumbre hispano-francesa en Barcelona. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha quitado hierro a las manifestaciones de rechazo que se han producido en la ciudad y ha agradecido al president, Pere Aragonès, que, "a diferencia de otros presidentes autonómicos", haya estado presente en el recibimiento institucional a la cumbre.

🔴 Cimera hispano-francesa en Barcelona, DIRECTO

"Lo importante, según mi opinión, es que hoy la Constitución española se cumple en todos y cada uno de nuestros territorios, también en Barcelona", ha asegurado Sánchez al ser interrogado sobre la concentración que se había convocado a pocos metros del MNAC, donde se ha celebrado la reunión, y que era audible desde el exterior del Palau Nacional mientras esperaba la llegada del presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron.

No solo eso, el presidente ha subrayado que la Constitución defiende el derecho a la manifestación pacífica incluso para expresarse en contra de ella, como ha pasado hoy en Barcelona, y ha asimilado la convocatoria de las entidades independentistas con la que se celebrará contra él el sábado en Madrid, impulsada por la ultraderecha. "Entre lo que ha pasado hoy, jueves, y lo que pasará en Madrid el sábado es donde se encuentra la amplia mayoría de este país, tanto en Catalunya como en España, que es en la defensa de una España unida en su diversidad", ha remachado.

Agradecimientos a Aragonès

Por lo que respecta al gesto del president de la Generalitat de abandonar el recibimiento de la cumbre antes de que se escucharan los himnos de los dos países, Sánchez no solo le ha quitado cualquier importancia, sino que ha querido agradecer a Aragonès hasta tres veces que se hubiera presentado en Montjuïc a recibirlos. "Se lo agradezco. En otras cumbres no hemos ni contado con el presidente autonómico", ha asegurado en referencia al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que el pasado mes de octubre no acudió a la cumbre con Alemania, que se celebró en A Coruña, o a la sistemática ausencia de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, a las convocatorias de La Moncloa. Sánchez no ha citado explícitamente estos ejemplos, pero sí lo han hecho fuentes de La Moncloa a lo largo de la celebración de la cumbre. "Me habría gustado que se hubiera quedado, pero agradezco que, a diferencia de otros presidentes autonómicos, sí estuviese presente", ha reiterado.

Reconocimiento a Barcelona

Dentro de la estrategia del "reencuentro" que desde hace meses ha desplegado en Catalunya, Sánchez ha aprovechado la firma del tratado bilateral, que se conocerá con el nombre de Tratado de Barcelona, para hacer un reconocimiento a la ciudad, y argumentar que la celebración de la cumbre en la capital catalana "es un homenaje de respeto, consideración y admiración a esta ciudad". Nada es casual, según el presidente, que ha querido enmarcar este "homenaje" en un contexto de anuncios de inversiones, en materia digital y ecológica, como la instalación de la empresa Cisco que se conoció el pasado mes de noviembre.

El presidente ha apuntado tras estos movimientos el clima social que se vive ahora en Catalunya, pero al mismo tiempo ha hecho un reconocimiento a los déficits de inversión y proyección que ha sufrido la ciudad por parte del Estado. "Eso tiene mucho que ver con la apuesta de Barcelona por la convivencia y la concordia. Es una reivindicación, de respeto y consideración y admiración de una ciudad de Barcelona que durante años, y con razón, se ha quejado de que la administración central del Estado y el gobierno español no se han comprometido ni con recursos ni en colaboración ni tampoco en su visibilidad internacional", ha remachado; sin duda, con un ojo puesto ya en las elecciones municipales del próximo mes de mayo.