El conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha pedido apartar los Mossos de las negociaciones para crear un futuro Govern de la Generalitat y ha apostado por debatir el modelo de orden público (y en ningún caso el modelo de policía) en el Parlament. Según considera, se trata de un debate en que se tienen que pronunciar todas las formaciones y que requiere tranquilidad y debate.

En este sentido, el conseller ha advertido que hace falta diferenciar el fondo de la forma y ha defendido que hay que proteger a los agentes de Mossos de las polémicas con un ejemplo "Si falla el plan de vacunación, no cuestionaremos el trabajo de los sanitarios, sino del sistema, ¿verdad? Pues pasa lo mismo con los Mossos", ha afirmado en una entrevista en RAC1.

Degeneración de las protestas

El conseller ha valorado muy negativamente la quinta noche de protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél en Catalunya. La alerta es clara: "ayer llegamos a un punto álgido y una degeneración en que presenciamos robos y delincuencia y no sabemos dónde puede llegar". Con estas palabras Sàmper ha puesto en evidencia la gran preocupación por la situación que él mismo ha tildado de "crisis social".

"Estamos ante una confusión de conceptos: el derecho de protesta es una cosa, pero los límites los marcan los Tribunales Europeos. El derecho a la manifestación tiene límite. Lo que hemos vivido no es un derecho de la manifestación. Las manifestaciones no lo pueden todo", ha criticado. En este sentido, Sàmper ha explicado que se ha sentido solo en el Departament de Interior a la hora de transmitir este mensaje a la ciudadanía y ha lamentado que haya faltado contundencia y una respuesta por parte de "todas" las fuerzas políticas. A su entender, hace falta "unanimidad" entre los partidos en esta cuestión.

Polémica actuación a Gran de Gracia

Una de las actuaciones más polémicas de la quinta noche de disturbios ha sido las cargas policiales y la encapsulación en la calle Gran de Gràcia, donde se produjo una estampida de decenas de personas. A pesar de que ser prudente porque ha explicado que no tenía bastante información, Sàmper ha apuntado que sólo se intervino durante "un minuto, con una fuerza mínima y sin ningún herido,", pero se ha mostrado dispuesto a revisar la actuación y depurar, si hacen falta, responsabilidades.

La quinta noche de disturbios por el encarcelamiento de Hasél ha acabado con veintisiete detenidos en Barcelona, Tarragona y Lleida. Los agentes les atribuyen hechos relacionados con los desórdenes públicos. Con los datos provisionales de detenciones de hoy ya son 86 las personas detenidas en el marco de los actos vandálicos que se han producido a Catalunya.

Situación límite en el cuerpo

La conselleria de Interior se encontrará hoy mismo con los sindicatos de Mossos d'Esquadra, que han pedido reunirse de forma "urgente" con el conseller para abordar la "grave situación generada en las últimas jornadas a propósito de los desórdenes públicos y las críticas" en el cuerpo. El encuentro se hará en pleno debate sobre la actuación del cuerpo en las protestas contra el encarcelamiento de Pablo Hasel, y después de que Sàmper pidiera una revisión "urgente" del modelo de orden público en Catalunya. Los propios sindicatos han avisado de que el colectivo de mossos está "muy crispado" por las críticas.

De hecho, el malestar es tanta que se ha planteado entre el colectivo la posibilidad hacer llevar a cabo una huelga de celo (peticiones de bajas) que dejaría el cuerpo sin efectivos.

El malestar en el cuerpo es evidente. Las manifestaciones del |conseller Sàmper en el sentido que hace falta una revisión inaplazable y urgente del modelo de orden público de los Mossos d'Esquadra, las exigencias de la CUP, que han hecho del cuerpo moneda de cambio en las negociaciones para el futuro gobierno, el anuncio del vicepresidente Pere Aragonès que habrá cambios en la conselleria, insinuando que no estará en manos de Juntos han acabado de calentar los ánimos de los Mossos, que se oyen que cuentan con el apoyo de los representantes políticos.