La exconsellera de Justicia e Interior de la Generalitat Valenciana, Salomé Pradas, que fue destituida de su cargo por Carlos Mazón a causa de la polémica gestión de la DANA, es una de las dos únicas personas imputadas hasta el momento por la jueza que instruye el caso, Nuria Ruiz. La otra es su número dos en Emergencias, Emilio Argüeso. Ambos son investigados por presuntos delitos de homicidio y lesiones por imprudencia, sobre la base de indicios de conducta negligente, y la magistrada ha prorrogado la instrucción para continuar con la recopilación de pruebas y testimonios. Pradas ha asegurado, en unas declaraciones a Radio Castellón, de la Cadena Ser, que en todo momento mantuvo informado a Mazón de todo lo que pasaba en el Cecopi la tarde de la DANA, incluso sobre el debate de enviar el ES-Alert a la población, contradiciendo lo que el president valenciano dijo recientemente en una entrevista en El Español. Mazón afirmó categóricamente que no se le informó ni consultó el envío del mensaje masivo, y recordó que “yo no formo parte del Cecopi”.
Pradas ha declarado que “espera que todos los testigos, incluida Maribel Vilaplana, expliquen toda la verdad” ante la jueza y mantiene que “informó de todo lo que sucedió el mismo día de la DANA a Mazón, incluido el ES-Alert”. La exconsellera afirma haber “mantenido informado al president de la Generalitat de todas las gestiones que se realizaban en el Cecopi aquel día” y que le informó durante la comida de Mazón con la periodista Vilaplana. La exconsellera insiste en que la decisión de enviar el mensaje ES-Alert “no la tomé yo, la tomaron los técnicos con todos los datos que tenían”. En la entrevista, Pradas sostiene que estuvo “a pie de terreno siguiendo lo que decían los técnicos”, que “la acusación contra su persona carece de toda veracidad” y defiende que la información que se publica sobre la gestión no se corresponde con lo que pasó ni con sus funciones institucionales. Mazón siempre ha responsabilizado a Pradas del envío de la alerta tardía a los móviles de los valencianos.
Seis llamadas por la tarde, cuatro durante la comida
Según el listado de llamadas aportado por la exconsellera a la jueza, Pradas y Mazón hablaron seis veces entre las 17.37 de la tarde y las 20.10, y en este lapso hay otras dos llamadas entre ambos que aparecen canceladas. La primera, a las 19.10, en un momento de máxima crisis, y a las 19.36, la segunda, en la que Pradas no pudo hablar con el president. Pero mientras Mazón comía en El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana, se habrían producido cuatro llamadas entre ambos: una de dos minutos de duración, a las 17.37; otra de 7 minutos, a las 18.16 horas; una tercera de 43 segundos, a las 18.25; y una cuarta de 33 segundos de duración, a las 18.30, cuando ya se estaba hablando de la posibilidad de enviar la alerta a la población, según varios testimonios que han pasado por la causa de la DANA. Durante todo aquel tiempo, según la versión del entorno del president y de la periodista con quien comió aquel día, la sobremesa en El Ventorro continuó y Mazón no saldría del restaurante hasta aproximadamente a las 18.45. A esa hora, acompañaría a Vilaplana hasta el parking situado cerca del restaurante, pero en dirección contraria al Palau de la Generalitat. Ahora, la jueza ha pedido a Maribel Vilaplana el ticket del parking, con la hora de entrada y salida, porque considera “útil para la causa” saber hasta qué momento Vilaplana pudo estar presente durante las llamadas entre el president y Pradas”. La magistrada también ha acordado incorporar el listado de llamadas del presidente de la Generalitat valenciana durante la tarde del 29 de octubre de 2024, mientras este se encontraba en El Ventorro.
Después de los dos intentos fallidos de la consellera en los que no pudo hablar con Mazón, a las 19.10 y las 19.36, finalmente sí que pudo contactar a las 19.43 horas, cuando mantuvieron una conversación de 43 segundos. L’última llamada entre el presidente y su consejera fue a las 20.10, justo en paralelo al envío del ES-Alert. Según declararon los funcionarios que enviaron aquel mensaje, la consejera les dictó el mensaje y, una vez escrito, les dijo que no se enviara hasta que ella no diera la orden. Cabe recordar que Mazón no se sumó presencialmente al Cecopi hasta las 20.28 horas, y que estuvo incomunicado durante casi una hora, sin recibir ni hacer llamadas relevantes mientras el desastre se agravaba. Según una reciente investigación del diario El País, sobre el paradero de Mazón, ni los registros de llamadas, ni los desplazamientos oficiales, ni los testimonios consiguen esclarecer el paradero de Mazón entre las 18.45 y las 19.43, un período crítico durante la emergencia. Este intervalo coincide, además, con los 37 minutos, desde las 18.57 hasta las 19.34, en que el presidente no llamó a nadie ni utilizó su teléfono para enviar ningún mensaje, según el listado de llamadas entregado a las Cortes Valencianas. A las 20.10 se comunicó con Salomé Pradas por última vez, una llamada que, como recuerda el diario, el presidente omitió al hacer pública por primera vez su lista de llamadas el 24 de febrero en Madrid.
Esperando el testimonio de Vilaplana
El próximo lunes es el día en el que Maribel Vilaplana está citada como testigo ante la jueza que instruye el caso, donde deberá ratificar las informaciones sobre la comida que mantuvo con el presidente de la Generalitat, aportar las pruebas de la entrada y la salida del aparcamiento —que deben establecer las horas y hasta cuándo estuvo acompañada de Mazón—, y aclarar las llamadas que recibió el presidente y si conoce cuál fue su contenido. Hasta ahora, lo que ha dicho la periodista no ha ayudado a esclarecer estas incógnitas. Cabe recordar que Vilaplana rompió su silencio el pasado septiembre a través de una carta abierta que hizo llegar a los medios de comunicación 1479590, en la que hacía una descripción detallada de la reunión que mantuvo con Mazón en el restaurante El Ventorro, donde comieron juntos, y aseguraba que durante la comida el presidente de la Generalitat valenciana recibió múltiples llamadas que interrumpieron la conversación “de forma continuada”, pero que no preguntó sobre ellas ni Mazón la informó sobre su contenido. Su salida del restaurante se produjo entre las 18:30 y las 18:45 horas.
