A Pedro Sánchez se le ha sumado una nueva piedra al zapato en el dificultoso camino que tendrá que recorrer durante toda esta legislatura para mantenerse estable en la Moncloa. El gobierno de coalición de PSOE y Sumar tenía que llegar hasta ahora a acuerdos con Esquerra Republicana, Junts per Catalunya, Bildu, PNV y BNG. Pero ahora los socialistas tienen que añadir también a Podemos, porque los morados han decidido romper con Yolanda Díaz, separarse en el Congreso de los Diputados y establecerse en el grupo mixto de la cámara baja. Ione Belarra ya ha llamado a Félix Bolaños asegurando que la legislatura no está en riesgo, pero en la Moncloa todo el mundo es consciente de que ahora tienen más "dificultades" y que tienen que "negociar más". En Sumar interpretan que el espacio situado a la izquierda del PSOE da una imagen "lamentable". 

La noticia estallaba el martes por la tarde, durante una comparecencia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en el Congreso. Podemos avisaba de que abandonaba Sumar, y en aquel momento Yolanda Díaz ya no estaba en el hemiciclo; muchas llamadas, carreras. Un histórico diputado socialista salía del hemiciclo y recetaba calma a los periodistas que vagaban por los pasillos del edificio: "Es solo un grupo más con el que tenemos que negociar; las mayorías que podemos conseguir siguen siendo las mismas".

En la sala de máquinas de la Moncloa reconocen las "dificultades" que implica para los equipos negociadores de Sánchez esta ruptura de Podemos con Sumar. Pero alertan: en ningún caso la hace peligrar. Reconocía exactamente lo mismo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una conversación informal con periodistas después de celebrarse en el Congreso el acto oficial de aniversario de la Constitución. "Lo importante es que compartimos conquistas", aseguró, pero también admitió que a partir de ahora habrá que "negociar más" para alcanzar mayorías en el Congreso.

Sea como sea, Ione Belarra ya llamó a Félix Bolaños el día que Podemos decidía ir a la suya para tranquilizarlo. La secretaria general de los morados aseguraba al ministro de la Presidencia y de Justicia que la legislatura no está en riesgo. La versión de la Moncloa sobre aquella llamada coincide con la de Podemos. Esta llamada, sin embargo, se produjo después de que la decisión se hiciera pública, en tanto que Pedro Sánchez reconoce que se enteró del divorcio a través de los medios de comunicación.

La decisión de romper con Sumar

"Son muchas las cosas que han ido pasando en los últimos meses que nos hacen pensar que nos quieren eliminar", afirman a ElNacional.cat fuentes de Podemos. "Hemos llegado a la conclusión de que en Sumar no podemos hacer política", resumen. ¿Cuándo se ha tomado la decisión? ¿Desde cuándo tiene claro la dirección de los morados que hay que romper con Yolanda Díaz? "En las últimas horas", aseguran desde el partido. La excusa es que el debate sobre Israel y Palestina es la gota que colma el vaso: una carpeta en la que Podemos siempre se ha posicionado como el más defensor de los defensores de Palestina. Sumar no les permitió intervenir durante la comparecencia de Albares.

Y no todo es casual: el mismo martes se comunicó que Jéssica Albiach se daba de baja de Podemos por la prohibición de los morados de tener doble militancia, y el coordinador de Podemos en Madrid también decidía terminar a causa de la guerra con Sumar; además de que unos días antes Yolanda Díaz había conseguido incorporar a la exportavoz de Podemos Noelia Vera como directora de comunicación de la vicepresidencia segunda. Todo, también, después de que Podemos se empeñara en mantener el Ministerio de Igualdad en manos de Irene Montero, hasta el punto de oponerse a que el miembro de Podemos Nacho Álvarez entrara como ministro en el nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Álvarez decidió marcharse del partido.

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Yolanda Díaz, durante el Pleno en que se comunicó la ruptura de Podemos con Sumar / Foto: Europa Press

 

Diferenciarse de Yolanda Díaz

Este miércoles, Yolanda Díaz instaba a sus ya excompañeros de grupo parlamentario a tener "altura de miras" y "no confundirse de adversario". Más tarde, en conversaciones informales con periodistas al acabar el acto oficial de aniversario de la Constitución en el Congreso, fuentes de la capitanía de Sumar admitían que la imagen es "lamentable", en tanto que genera "desafección" de ver tanta crispación en el espacio situado a la izquierda del PSOE.

En los últimos meses, Podemos ha intentado demostrar que sus posiciones son más rupturistas que las de Sumar, y que a la izquierda del todo, hay Podemos, no Yolanda Díaz. De hecho, han acusado siempre a la vicepresidenta segunda de doblegarse demasiado a las exigencias de Pedro Sánchez.

"Estos ahora llevarán las negociaciones todavía más al límite que Junts", pronosticaban el martes algunos tertulianos de pasillos parlamentarios. "No se trata de una competición para ver quién lo pone más difícil", señalan desde la capitanía de Podemos, y argumentan que ellos a partir de ahora pasarán a tener cinco votos que tendrán que jugar con toda la inteligencia posible para tirar hacia la izquierda cualquier votación". Esto es precisamente lo que hace pensar a Junts per Catalunya que mantendrán el título de ser al socio parlamentario más complicado para el PSOE con quien llegar a acuerdos. "Podemos tiene la obligación con su electorado de aceptar planteamientos de izquierdas del PSOE, y no poder amenazar con tumbar algunos proyectos de ley", señalan fuentes juntaires.