La reunión entre el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y el líder de la oposición Pablo Casado ha acabado como ha empezado: con las posiciones muy alejadas. Después de reunirse durante una hora y media este lunes al mediodía, desde La Moncloa han constatado que "el PP continúa instalado en su estrategia de bloqueo". Sobre la mesa había importantes desafíos, como la renovación del Consejo General del Poder Judicial o de un tercio del pleno del Tribunal Constitucional, incluido el presidente, con los mandatos ya caducados. Durante las últimas semanas, Casado ha amenazado constantemente a Sánchez con llevarlo ante los tribunales por su relación con el independentismo.

Después de encontrarse en La Moncloa, fuentes del Gobierno señalan que "en el transcurso de la reunión "se ha evidenciado que el PP no ha variado ninguna de sus posiciones, a pesar de su responsabilidad como principal partido de la oposición". A pesar de todo, desde el ejecutivo de coalición sostienen que "Sánchez mantiene su compromiso de que esta sea la legislatura del diálogo entre las fuerzas políticas para desbloquear asuntos tan importantes como la financiación autonómica, el Pacto de Toledo o la renovación de cargos en organismos de gran transcendencia para el país".

En rueda de prensa después del encuentro, Pablo Casado ha explicado todas las exigencias que le ha puesto encima de la mesa: que "renuncie" a la mesa de negociación con la Generalitat, que "garantice la inhabilitación de Torra", que no reforme el Código Penal para "indultos por la puerta de atrás", que no nombre a Dolores Delgado como fiscal general del Estado, que reconozca a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, que mantenga la reforma laboral del PP... Ha dado a entender que Sánchez no ha aceptado ninguno y ha desmentido que esté en una estrategia de bloqueo.

El líder de la oposición ha tendido la mano al presidente del Gobierno, pero una mano muy condicionada: la ruptura con sus actuales social. Le ha ofrecido un "compromiso por España", según ha explicado. "Si suspende la mesa de negociación de la independencia sin líneas rojas, si hace cumplir la ley en vigor, puede buscar la estabilidad política y presupuestaria con el principal partido de la oposición", ha asegurado el presidente estatal del PP. "Le ofrecemos que rompa con sus socios. Aquí tiene al PP para hablar de las preocupaciones reales", ha reiterado el dirigente conservador.

Por lo que respecta concretamente al conflicto catalán, Pablo Casado le ha pedido que se pongan de acuerdo en las polémicas promesas de campaña de Sánchez, ya guardadas en un cajón. En primer lugar, que vuelva a tipificar la convocatoria ilegal de referéndum. En segundo lugar, que "combata el adoctrinamiento educativo en Catalunya". En tercer lugar, "evitar la propaganda pública" con TV3. Finalmente, la "modificación de la euroorden y su compromiso de traer Puigdemont a España, si puede ser para rendir cuentas con la justicia y no para ser candidato". Y ha concluido: "La pelota está en el tejado del señor Sánchez. Puede escoger entre los que quieren dividir y empobrecer a España y a los españoles o los que queremos fortalecer lo que nos une".

La última reunión que mantuvieron los dos líderes fue hace dos meses, el 16 de diciembre, en el marco de las negociaciones para la investidura. Esta vez también, La Moncloa se ha puesto en contacto con Génova para concertar el encuentro.