Discreción. Es lo que se han autoimpuesto los partidos independentistas catalanes en relación al enésimo intento de tejer una estrategia compartida, en este caso, con la investidura de Pedro Sánchez. Según confirman a ElNacional.cat fuentes conocedoras de las conversaciones, este lunes por la mañana se ha producido, por lo menos, una de las primeras reuniones bilaterales previstas por esta semana. En este caso, entre miembros de Junts per Catalunya y la CUP.

Por parte de Junts per Catalunya ha asistido su jefa de filas en el Congreso, Laura Borràs. Los anticapitalistas confirman que tal como manifestaron la semana pasada sus dos diputados electos en Madrid, Mireia Vehí y Albert Botran, ya "han iniciado una ronda de contactos para emplazar a las fuerzas independentistas y soberanistas de los Países Catalanes y del Estado a no facilitar la investidura de Pedro Sánchez ni garantizar la gobernabilidad del PSOE".

En este sentido, la CUP explica que ya ha fijado reuniones con JxCat, ERC, Bildu, el BNG y confluencias de Podemos "a lo largo de esta semana", aunque no aportan ningún detalle más, precisamente por discreción. Desde de ERC también señalan que se han agendado encuentros bilaterales, con JxCat y la CUP, pero tampoco quieren aportar más información. Otras fuentes apuntan a este diario que a finales de esta misma semana podría haber una cumbre que reuniera a todos los grupos independentistas en el Congreso, incluídos vascos y gallegos.

El acuerdo de gobierno PSOE-Podemos está en manos del independentismo, que tiene la llave para que Pedro Sánchez pueda volver a la Moncloa. Todas las miradas -y esperanzas- de Sánchez e Iglesias están depositadas en conseguir seducir a Esquerra Republicana para una abstención. De momento, los republicanos se resisten y siguen poniendo precio al voto de sus 13 diputados: una mesa de negociación de igual a igual donde se pueda hablar de todo, con un calendario claro y que se establezcan unas garantías de cumplimiento.