Sensación agridulce en los diarios del Estado. Unos se autofelicitan, se cuelgan la medalla y se atribuyen los "méritos", otros continúan cargando contra el independentismo y algunos lo mezclan todo. Los diarios de Madrid van repletos de nuevas perlas contra el president Carles Puigdemont, unos por proponer a Jordi Sànchez candidato a la Presidència de la Generalitat —a quien ya dan por inelegible—, y otros por persistir en la idea de formar un Consell de la República en Bruselas y continuar figurando como "president en el exilio", y vuelven a la carga con las mismas amenazas de siempre: la prevalencia de la ley por encima de todo y la actuación judicial porque, insisten, la Justicia del Estado no tendrá ningún problema en continuar tirando a su modo de la Constitución española para seguir poniendo palos a las ruedas a los líderes independentistas y, así, "acabar con el delirio".

Mientras el PP sacó pecho ayer de la renuncia provisional de Puigdemont, la prensa española se muestra desesperanzada lamentándose de que el "conflicto", el "bucle" y la "rebelión" continúan y siguen cargando fuerte contra los pasos que van dando los políticos catalanes para intentar formar Govern y desbloquear la investidura. Precisamente por eso, instan a la Justicia a continuar actuando acelerando la vía de "limpieza" en el Parlament a través de inhabilitaciones y condenas firmes que aparten a las personalidades del procés de la primera línea de la política. De hecho, si desaparecen de la espera pública, mejor que mejor.

Eso sí. Brindando unos argumentos u otros, todos coinciden en advertir que "la intentona golpista" se va "desenmascarando" e incluso algunos insisten en la idea que este camino llevará a todos los dirigentes soberanistas a la cárcel.

La estafa

Convencidos de que "el separatismo se ríe de la democracia, del autogobierno y de los ciudadanos", El País no tiene ningún problema en titular su editorial "Estafa a Catalunya" y lo hacen bajo el argumento de que, aunque "la justicia determinará si hubo decisiones ilegales", el independentismo "se ha burlado de la ciudadanía" mientras "erosiona las instituciones catalanas que garantizan el autogobierno".

Lo peor, sin embargo, llega a la mitad del texto, cuando el diario citado pone encima de la mesa que la idea de formar un doble Govern —uno en Barcelona y el otro en Bélgica— es "el sueño, en definitiva, de todo movimiento totalitario".

A pesar de que en su portada de hoy no dedican tanto espacio a la cuestión catalana, sí que sueltan que "Puigdemont renuncia y da el relevo a Sànchez, otro inelegible", mientras insisten en el planteamiento de que "el bloque independentista catalán lleva tiempo despreciando a los ciudadanos y torpedeando las instituciones del autogobierno y, por tanto, las bases de la democracia representativa".

Una democracia que, a su juicio, está siendo paralizada por el "bloqueo del autogobierno"; eso sí, no por parte del gobierno de Mariano Rajoy a través de la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, sino que es el "secesionismo" el responsable de "sortear las reglas del juego".

Precisamente por eso, advierten de que si no desbloquean la investidura, no se terminará con el 155, pero subrayan que esta es "una estrategia que alimenta su explotado victimismo, solemnizado ayer con sus votos en el Parlament".

Un conjunto de situaciones que cualifican de "fraude monumental en el que siguen empeñados" y que demuestra, siempre según la visión del rotativo citado —que olvida por completo que el ejecutivo del PP no ha dado nunca luz verde al derecho a decidir en Catalunya—, que los líderes independentistas "no respetan las normas básicas de convivencia democrática".

Fantasma

La Razón bautiza su editorial "Puigdemont, un fantasma en Flandes" y lo hace sosteniendo que el independentismo ha sido "incapaz de asumir lo que ya sabe hasta el español menos avisado: que el golpe independentista ha fracasado y que la aplicación de la Ley y la Constitución no son opinables".

Ahora bien. El "paso al lado" del president no es garantía de que el procés haya terminado, sino al contrario. El diario de Francisco Marhuenda advierte de que eso "no busca más que mantener la tensión y el enfrentamiento con las instituciones del Estado".

Eso sí. Aplauden que Puigdemont, a quien definen como "el huésped de Waterloo", "acabe difuminándose entre las bambalinas de la historia menor de Catalunya", mientras avisan de que "cualquier acto positivo que vulnere las leyes acabará con sus responsables en la cárcel".

Este diario aprovecha la ocasión para aconsejar a Puigdemont que de "un paso atrás" para, así, "dejar de entorpecer con sus ambiciones personalistas, a la futura Administración de Catalunya" y le amenazan recordándole la fuerza que tiene el Estado español porque, subrayan, "si no lo hace él por su propia voluntad, serán los hechos los que le pongan en su sitio".

La prolongación del desafío

El Mundo empieza su editorial advirtiendo que "nadie interprete la retirada de Puigdemont de la carrera por la investidura como el fin del conflicto", sino que sueltan sin pelos en la lengua que este paso al lado provisional del president "era la premisa para que la rebelión pudiese continuar, con el retorcimiento habitual".

Sin tener en cuenta en ningún momento la presunción de inocencia, así como que está en prisión preventiva, este diario insiste en la idea de que Sànchez es "inelegible" y asegura que esto es solo una muestra más de que, aunque Puigdemont "se rinda", "se prolonga el desafío".

Según apuntan, "los dirigentes separatistas no son tanto necios como taimados" porque, señalan, "lo que hacen es poner a prueba al Estado para ver hasta dónde les deja llegar esta vez", motivo por el cual emplazan a los líderes independentistas a "asumir su fracaso de una vez y por propia iniciativa, despejando así el horizonte para formar un Govern legal, que en democracia es lo mismo que un Govern legítimo".

Sin embargo, no se muestran demasiado esperanzados. Y es que, según su opinión, la actitud del presidente del Parlament, Roger Torrent, demuestra que "su pérdida del sentido de la realidad es tan aguda o su tacticismo tan irresponsable como para perpetuar el conflicto con el Estado, al precio de seguir privando de autogobierno a todos los catalanes", mientras instan a la Justicia a "recordarles" que "la ley prevalecerá".

Prostituir la soberanía

Para ABC, el paso al lado de Puigdemont y la propuesta de Sànchez como candidato es una muestra más del "bucle inmoral en Catalunya" y del "delirio" que ha llevado al president "haciendo rehenes de este despropósito a todos los catalanes".

A su juicio, el pleno de ayer del Parlament demostró que "para evitar incurrir en delitos", así como para "aparentar a la vez que sigue vivo un «procés» que murió el 1-O", "prostituyen la soberanía de todos los catalanes".

Y no solo eso. También ejemplifica que los dirigentes soberanistas no han dejado de un lado la independencia y consideran que el primer pleno de la XII legislatura fue "la enésima burla al Estado de Derecho" con un president que "ha preferido huir de Catalunya en lugar de dar la cara por su golpe de Estado".

Por todo esto, el diario citado emplaza al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena a "proceder a «limpiar» el Parlament con los procesamientos e inhabilitaciones que por ley correspondan", aunque se lamentan de que las actuaciones judiciales "les hacen el trabajo para aparecer después como víctimas obligadas a pasar página".

Resistencia al entierro

De su lado, El Español carga contra la idea de Puigdemont de "intentar mandar vía Sànchez" y sostiene la idea de que el president "se resiste a ser enterrado" porque el paso que dio ayer, siempre a juicio del diario citado, solo demuestra que "quiere seguir siendo tratado como la primera autoridad de la inexistente república independiente de Catalunya".

Elogiando irónicamente la actitud de Puigdemont porque señalan que "su tenacidad es ridícula pero resulta congruente con su delirio" porque con su "su patético mensaje de abdicación de este jueves, el precio de las ensoñaciones de Puigdemont es la congelación sine die de la legislatura y la perpetuación del 155".

Y es que para el diario de Pedro J. Ramírez "es difícil creer que cargos electos de la Generalitat se presten al teatrillo de formar una estructura paralela y antagónica a la fuente de su legitimidad", al mismo tiempo que avisa de que "su previsible retirada provisional hace sospechar que no le faltarán incondicionales dispuestos a hacer el ridículo mientras él se resiste a ser enterrado políticamente".