El catalanismo como idea y como motor de cambio del país ha sido el hilo conductor del coloquio que este jueves han mantenido los presidents de la Generalitat José Montilla, Artur Mas, Carles Puigdemont y Pere Aragonès en un acto en el Born Centre Cultural con motivo del 45 aniversario de la JNC, la organización juvenil de Junts. Los cuatro presidents han abordado los episodios que marcaron sus respectivos gobiernos: la aprobación del Estatut del 2006 con Montilla, que ha defendido que es con la unidad del catalanismo que avanza el país; la consulta del 9-N, convocada por Mas; el referéndum del 1-O con Puigdemont y la última etapa, con Aragonès, de negociación con el gobierno de Pedro Sánchez. Al cierre del acto, el secretario general de la JNC, Aleix Agustí, ha subrayado la ausencia de un "referente" como es Jordi Pujol por razones de salud, en una alusión que ha provocado los aplausos de los presentes.
Puigdemont, que ha intervenido a través de videoconferencia y ha puntualizado que era el único de los intervinientes que ha formado parte de la JNC, ha asegurado que el gran reto pendiente del catalanismo es la libertad, porque sin libertad no se puede llevar adelante el progreso social, cultural o económico y en estos momentos "el Estado español no lo puede garantizar". La conclusión de Mas ha sido similar, que Cataluña tiene por delante cuatro grandes retos, como son la identidad, la demografía, el modelo económico y la defensa del estado de bienestar y debe decidir "qué grado de soberanismo necesita para hacer frente a estos cuatro retos" en un momento que ha descrito como de "cierta encrucijada". También Aragonès ha situado el reto de Cataluña en conseguir mayores cotas de libertad política.
Montilla i la unidad del catalanismo
Montilla ha subrayado que el catalanismo siempre ha intentado ser útil al pueblo y ha sido capaz de defender sus ideas incluso en momentos en que no ha habido libertad. "Catalunya necesita un catalanismo transversal y fuerte y lo más unido posible para alcanzar las máximas cotas de autogobierno", ha defendido el president 128.
Precisamente, a la hora de repasar el momento que vivieron cada uno de ellos como presidents, Montilla ha defendido el avance que representó el Estatut de 2006, a pesar de los recortes que sufrió a manos del Tribunal Constitucional, y ha subrayado que, aunque en el último momento ERC se desmarcó, el texto recibió el apoyo de las formaciones catalanistas más grandes del espectro político, tras una negociación que fue dura. "Demuestra que el catalanismo avanza cuando va unido. Si se disgrega y cada uno hace prevalecer sus intereses partidistas, la derrota está asegurada", ha remachado.
Mas ha defendido el impulso al procés independentista que capitaneó su Govern. Ha argumentado que con las grandes manifestaciones a partir de 2010, después de que el TC recortara el Estatut, se levantó "un clamor en la calle" a favor de la independencia, lo que llevó a la convocatoria de elecciones en 2012 -"para saber hasta qué punto aquello de la calle tenía un reflejo en la serenidad y el silencio de las urnas"- y, posteriormente, a la consulta de 2014. "Defiendo que desde las instituciones se hizo lo que tocaba, escuchar a la gente", ha remachado, subrayando el carácter pacífico y democrático que tuvo aquel procés.
También Puigdemont ha defendido el punto clave de su Govern, el referéndum del 1-O, que ha subrayado que ha sido reconocido como tal por todas las instituciones internacionales, aunque el Estado español no quiera hacerlo. Ha defendido que se celebró reuniendo el catalanismo con la transversalidad que desde aquel escenario acababa de defender Montilla y ha argumentado que "tras el fracaso del Estatut, era el único camino".
Por su parte, Aragonès ha defendido el proceso de negociación con el Estado y el gobierno de Pedro Sánchez que impulsó su ejecutivo, y ha asegurado que las negociaciones con Catalunya han tensado las costuras con el Estado, que ahora también debe hacer frente al lawfare.
Tanto Mas como Aragonès han lamentado que Puigdemont haya tenido que intervenir a través de videoconferencia por la no aplicación de la amnistía, mientras que el secretario general de Junts, Jordi Turull, que ha participado en la clausura del acto ha recordado la victoria conseguida este jueves en el TJUE en defensa de la amnistía, por lo que ha asegurado que en breve Puigemont podrá volver del exilio.