El Gobierno hará una regulación específica del turismo, concretamente del alquiler de habitaciones de la residencia habitual. Es lo que avanza el informe de la comisión interdepartamental de la Generalitat, que señala la creación de la figura del hogar compartido (hombre sharing, en inglés) y también concreta toda una serie de requisitos para explotar económicamente las propiedades.

El contenido del informe, que publica el diario Ara, abre la puerta a reconocer que las familias puedan compartir su vivienda para tener ingresos extra, precisamente lo que pedían plataformas como Airbnb.

El hogar compartido tendría como requisitos el empadronamiento en la vivienda donde se realiza la actividad, la cédula de habitabilidad vigente, la oferta de un número máximo de plazas y estar inscrita en el Registro de Turismo de Catalunya. Según fuentes del Departamento de Empresa y Conocimiento, el alquiler de las habitaciones tendrá que ser por periodos de corta duración y sin una limitación anual.

De esta manera, el Gobierno se propone regular un modelo que ya se está llevando a cabo a través de plataformas como Airbnb. Es una de las conclusiones del informe sobre economía colaborativa que el Gobierno prevé presentar entre finales de agosto y principios de septiembre.

No hay límite anual

El informe define el concepto de hogar compartido y pone toda una serie de requisitos, como la duración del alquiler. Y es que el alquiler en terceros para uso turístico se tendrá que limitar en habitaciones que se incluyan dentro de la vivienda principal del anfitrión y siempre durante periodos cortos. Ahora bien, no habrá una limitación anual.

Pero para poder alquilarlo, el anfitrión tendrá que acreditar que está empadronado en la vivienda, que la vivienda cuenta con una cédula de habitabilidad vigente y la oferta máxima de plazas que se quieren poner a disposición.

Registrado y fiscalizado

Los alquileres quedarán claramente diferenciados de las viviendas de uso turístico (los HUT) y tendrán menos obligaciones, pero también se tendrán que inscribir en el Registro de Turismo de Catalunya. Aunque pretende ser más sencillo y menos burocrático, el Gobierno ha apuntado que exigirá el pago fiscal en las plataformas como Airbnb que incluyan a este modelo en su oferta,