La dimisión de Laia Estrada por "discrepancias políticas" del grupo parlamentario de la CUP (partido por el cual fue cabeza de lista por Barcelona en las elecciones de hace poco más de un año) ha provocado un gran alboroto. Fuentes de la dirección del partido han querido aclarar este jueves que Estrada no rompe el carné de la formación, pero sí que abandona la primera línea política, al considerar que la estrategia rupturista con el Estado de la formación no se estaba implementando lo suficiente. En cambio, desde el secretariado nacional no lo ven igual. Desde el partido, insisten así, que no hay un "ruptura total" con Estrada, que ha sido concejala en Tarragona, cabeza de lista por esta demarcación en 2021 y por la de Barcelona en 2024, sino que la diputada se va "discrepancias en elementos concretos" y por las cuales considera que ya no puede seguir liderando el grupo parlamentario tal como ha ido haciendo desde junio del año pasado, después de que la CUP pasara de 10 a 4 diputados en la cámara y consiguiera no compartir grupo mixto con Aliança Catalana gracias a una reforma del reglamento.

Uno de los puntos de fricción más importante, después de años en que la CUP se ha negado en rotundo a negociar y hablar con el PSC, ha sido el pacto por el decreto de Vivienda: los anticapitalistas no eran necesarios para que este saliera adelante con la mayoría de la investidura, pero, así y todo, se sumaron y la también diputada Laure Vega firmó el documento en la sede del Departament de Territori, encabezado por la consellera Sílvia Paneque. Todo ello, solo días después de que los anticapitalistas pidieran la dimisión de la consellera por el caos en Rodalies. Desde el Govern, diferentes voces elogiaron la capacidad de negociación de Vega y agradecieron que hubiera posibilitado que el pacto para la regulación de los alquileres de temporada fuera más amplio. Hay que recordar que, a finales de marzo del 2024, las dos se enfrentaron para encabezar la candidatura de la CUP en las elecciones del 12 de mayo y la militancia escogió como opción ganadora a la tarraconense, que había ido ganando peso por su oposición a un macroproyecto que centró buena parte de la legislatura, el del Hard Rock. Vega hacía muy poco que había entrado como diputada después de la renuncia de Dolors Sabaté.

Aunque las desavenencias vienen desde hace meses (el pacto de la discordia se firmó en abril) todo ello reventó en la reunión de la Mesa Nacional, donde Estrada anunció su intención de dimitir en septiembre. El partido y ella misma lo confirmaron y el de esta semana ha sido el último pleno de la tarraconense después de cuatro años en el Parlament. Quien la sucederá todavía es una incógnita. El siguiente en la lista por Barcelona es el también exdiputado Xavier Pellicer, que se quedó sin escaño en las últimas elecciones, pero no está garantizado que sea él quien tome el relevo. No se aclarará, en principio, hasta la vuelta de vacaciones. Una parte de la militancia, sobre todo la de lejos de Barcelona y del Área Metropolitana, de donde es Vega, ve en el adiós de Estrada una mala noticia y un "triunfo" de la propuesta de llegar a pactos, aunque sean puntuales, con los socialistas.

Niegan conversaciones por un bloque de izquierdas al Estado

Desde la dirección del partido han querido negar en rotundo, sin embargo, cualquier posibilidad que la CUP se sume en una eventual lista de izquierdas (la "Lista Rufián", la han bautizado) en las próximas elecciones generales, que si Sánchez agota la legislatura no se celebrarán hasta el 2027. También que Laure Vega o cualquier otro miembro haya participado en reuniones preparatorias de esta propuesta que puso sobre la mesa al portavoz de Esquerra Republicana a Madrid y que su partido ya ha negado en rotundo. "Ningún militante de la CUP ha puesto sobre la mesa que eso tenga que pasar", han insistido desde la dirección, asegurando que el único debate que hay sobre la cuestión es si la CUP se tiene que presentar (en solitario) en las eventuales elecciones generales: en el 2019 lo hizo y obtuvo dos diputados, que perdió cuando se volvió a presentar el 2023.

Algunas fuentes han informado de que en la tensa reunión de la Mesa Nacional de este martes se vivieron momentos críticos cuando Estrada reclamó que se expulsara Vega de la formación, aunque el Secretariado Nacional no lo habría aceptado. Consultados miembros del partido por este diario, han resuelto que no pueden asegurar que la tarraconense "no haya pedido en ningún momento la expulsión de Vega ni del grupo parlamentario ni de la organización". Tampoco si Vega sigue formando parte de la organización Endavant, marxista radical ycon gran ascendente interno en la CUP, o habría sido expulsada por sus posiciones pactistas, como apuntan otras fuentes.

El adiós de Estrada, con toque de atención incluido

Estrada, que no formalizará la renuncia al escaño hasta septiembre, se ha despedido del pleno con un discurso reivindicativo, como son siempre sus parlamentos, destacando el trabajo hecho por las asociaciones y la sociedad civil. Ha vuelto a reconocer estas discrepancias políticas, asegurando que tendrían que ser "normales", y ha alertado a sus compañeros de la brecha que se está abriendo entre la política institucional y la calle, que da alas a la "chusma" de la extrema derecha. Estrada se ha despedido así, con un toque de atención del presidente de la cámara, Josep Rull, que le ha pedido que cumpliera con el decoro.