Los líderes autonómicos del PSOE han mostrado recelo a la apuesta por el diálogo con el independentismo catalán del presidente del Gobierno y líder del partido, Pedro Sánchez. Algunos presidentes autonómicos como el aragonés Javier Lambán y el castellanomanchego Emiliano García-Page han pedido que no haya un trato de favor hacia el independentismo en detrimento de otros territorios.

Preguntado en concreto por el diálogo que se dispone a entablar el Gobierno de Sánchez con el Govern catalán sobre el conflicto político, García-Page ha señalado que "la Constitución permite hablar de mucho, pero también limita hablar de algunas cosas". No obstante, ha indicado que esto es lo que tenía "claro" que iba a "quedar garantizado" en esta reunión del Comité Federal.

Page ve por el momento "mejor voluntad" por parte del Gobierno que de las instituciones catalanas a ese diálogo y considera "lógico" que la reforma del Código Penal, planteada por el Gobierno, no se lleve a esta mesa de negociación porque es de "sentido común" que aquellos que han cometido los delitos de sedición y rebelión, según ha dicho, "sean juez y parte".

En una línea similar a la de Page respecto de Cataluña se ha manifestado el presidente de Aragón, Javier Lambán, que abandonó el Comité nada más terminar la intervención de Sánchez, quien, adelantándose a las inquietudes de algunos de sus barones respecto del diálogo con Cataluña, ha prometido que la atención al problema de Cataluña no se hará en perjuicio de las necesidades de otros territorios.

Lambán, que no se quedó por tanto al debate posterior en el Comité, ha recurrido a los medios de comunicación para responder a Sánchez. Así, ha dicho que "no hay ni un solo presidente" de las autonomías que "vaya a aceptar de buen grado" que se "premie económicamente" a aquellos que han sido "mucho más desleales" con el Estado, en referencia a los independentistas catalanas.

Ha advertido además de que no va a admitir "ningún tipo de política de apaciguamiento" con Cataluña que se haga "a costa de la financiación" que requieren los habitantes de Aragón.

 

Iceta ve una crisis "imposible de resolver"

Iceta también ha arremetido contra todos aquellos que ven a los socialistas catalanes alineados con las tesis de los independentistas. El primer secretario del PSC ha recordado que su partido acumula el 59% de los actos vandálicos contra sedes de partidos en Cataluña. "Por lo tanto, cuando algún canalla o descerebrado os diga que estamos muy en entendimiento con el independentismo recordadles esa cifra", ha indicado.

El dirigente catalán ha advertido de que la división actual en Cataluña entre independentistas y no independentistas es "imposible de resolver, porque tiene que ver con la identidad y los sentimientos".

En este contexto, ha explicado que él aspira a liderar la Generalitat "para intentar enderezar eso, que costará tiempo, pero ese empeño no tiene posibilidades de éxito (...) sin un Gobierno de España comprometido y valiente" como el de Pedro Sánchez, a quien ha hecho una petición: que en su encuentro del lunes con el líder del PP, Pablo Casado, le pida "combatir y aislar" a la ultraderecha como ha hecho la canciller alemana, Angela Merkel.

Díaz, la mayor fan de Sánchez

Más allá de Page y Lambán, no ha habido más voces dentro del PSOE que hayan cuestionado esta política de apaciguamiento en Cataluña. Ni siquiera la líder de los socialistas andaluces, Susana Díaz, a quienes algunos miembros del Comité Federal han visto en actitud de ejercer como "la mayor fan de Sánchez" tras años de enfrentamiento.

En declaraciones a la prensa a su llegada al Comité, Díaz ha manifestado tener la "tranquilidad y seguridad" de que Sánchez "unirá siempre el diálogo a la legalidad". Al término de la reunión, Díaz se mostró ante la prensa particularmente satisfecha de que las primeras palabras de Sánchez en el Comité estuvieran dedicadas a los trabajadores del campo.