El expresidente español del Partido Popular Mariano Rajoy ha recordado el sexto aniversario del referéndum del 1 de octubre y la posterior declaración de independencia y aplicación del artículo 155 de la Constitución. "Cumplí con mi obligación. Intenté no aplicar el 155 porque es una señal que algo no va bien", ha dicho Mariano Rajoy en una entrevista en el diario ABC. En ella, Rajoy asegura que habló con el presidente Carles Puigdemont "muchas veces", pero "cuando alguien quiere brega y se salta la ley en la torera tiene que saber que la democracia se fundamenta entre otras cosas en el imperio de la ley". Sin embargo, ha abanicado de aplicar el artículo 155, diciendo que consiguió que ningún país del mundo diera apoyo al "disparate" de la declaración de independencia.

Saca pecho de haber "desinflamado" el conflicto

Asimismo, relata algunas conversaciones con el entorno del entonces jefe de la oposición al Congreso, Pedro Sánchez, así como una reunión con Salvador Illa y Miquel Iceta y los contactos entre el entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaria, con Carmen Calvo. Rajoy también asegura que la "desinflamación" del conflicto catalán se ha producido gracias a la aplicación del 155 y no a las políticas del líder del PSOE, Pedro Sánchez. "Lo que sirvió realmente el 155, que antes nadie sabía lo que era, fue para que hoy todo el mundo sea consciente de que España es una democracia que cuando es atacada se puede defender y lo hace", ha defendido al expresidente español.

Rajoy también niega haber "subestimado" el independentismo después del triunfo que supuso el Primero de Octubre. Lo asegura poniendo de ejemplo las "victorias" al Tribunal Constitucional: "Estudiamos muy bien lo que hicieron". De hecho, el exlíder del PP asegura que ningún manifestante desobedeció en el Gobierno, sino que desobedecieron a la justicia. "La justicia hizo lo que tenía que hacer", opina Rajoy, quien no hace ninguna autocrítica con respecto a la actuación del 1-O. "Los jueces dieron el orden que no se celebrara, la policía actuó para evitar que se incumpliera una ley y una orden judicial y, por lo tanto, yo creo que se hizo razonablemente", subraya la excabeza del ejecutivo español, quien también niega haber judicializado la política.

El expresidente español explica que estuvo hablando del problema catalán durante tres o cuatro años. Primero, con Artur Mas, quien fue el que encendió "la mecha", y después con Puigdemont. Rajoy también critica a Mas por la convocatoria sucesiva de elecciones durante los meses del Procés: "A medida que se sube en el escalafón, las responsabilidades son muy mayores y no puedes tomar decisiones pensando en si te votarán, a hacerte el simpático y creer que eso es lo que le divierte a la gente". Rajoy también se muestra contrario a una posible reforma de la Constitución, ya que no ve "ninguna razón" y considera que no se puede jugar con el alma del Estado". "Las decisiones más difíciles son no tomar ninguna decisión", afirma.

Contrario a la amnistía

El expresidente del Gobierno también se muestra contrario a una posible amnistía tildándolo de "fraude". "Sánchez dijo que haría todo el contrario. Es contraria a la Constitución", opina Rajoy, quien lo considera "totalmente inmoral". De hecho, considera que una posible amnistía supondría llamar a los jueces, policías, fiscales, a la democracia española y a la gran mayoría de españoles que "no valen nada". "Que toda aquella gente estaba equivocada y la Constitución mal hecha", ha subrayado. Sin embargo, cree que una amnistía ya es un hecho "irreversible" y espera que no se produzca ningún referéndum. "Es contrario a la existencia de una nación", dice.

Rajoy también elogia la actuación del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, asegurando que "ha unido el partido". Al mismo tiempo, critica al PNV para no querer pactar con los populares: "Tienen un pánico cerval a quedarse sin el Gobierno Vasco y que los adelante Bildu". Al mismo tiempo, descarta a estas alturas un acuerdo entre Partido Popular y PSOE mientras Pedro Sánchez lidere a los socialistas españoles.