Mariano Rajoy ha hecho una declaración institucional este viernes desde el Palacio de la Moncloa, donde ha insistido en que ETA no obtendría "nada a cambio" de su disolución, escenificada en Kanbo, en el sur de Francia, este 4 de mayo a las 12 horas. "Sus delitos se seguirán juzgando, y las condenas cumpliendo", ha avisado Rajoy, después de que este jueves el lehendakari Iñigo Urkullu dijera que el jefe del Ejecutivo era "sensible" al acercamiento de los presos, un debate que se abrirá de forma inminente, como explicaba este diario. Así y todo, existe una diferencia entre política penitenciaria y penas judiciales, que desde la Moncloa esquivan.

"ETA ha reconocido que toda su historia ha sido un fracaso. Los terroristas no consiguieron ningún rédito por matar y no obtendrán nada. Lo dije ayer y hoy lo repito. No habrá impunidad. Han tardado demasiado tiempo en asumir su derrota", ha vuelto Rajoy. También ha pedido que los "asesinos no sean los protagonistas, sino las víctimas", ha dicho, "todas sin excepción", después de que en los últimos comunicados la banda sólo pidiera perdón a una parte de las personas asesinadas. Por este motivo, también ha querido rendir homenaje a la "tenacidad de jueces y fiscales" y de las fuerzas de seguridad.

En este sentido, el jefe del ejecutivo ha rechazado que se imponga "el relato de la injusticia, la crueldad y el totalitarismo por la fuerza y el crimen" de los que pretendieron "instaurar el régimen de terror" por unos "objetivos políticos que no podían obtener de forma democrática".

Finalmente, ha dado un "recuerdo a la Corona" y ha anunciado que próximamente Interior convocaría el pacto antiterrorista la semana que viene para abordar la disolución de ETA.