Mariano Rajoy ha apartado de su Gobierno a todos los miembros que ocupaban la cúpula del Ministerio del Interior cuando tuvieron lugar las escuchas de la Operación Catalunya el año 2012. El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes los nuevos nombramientos, después de que Jorge Fernández Díaz, que impulsó las maniobras contra líderes independentistas catalanes con el exdirector de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso, haya dejado definitivamente la cartera. Con los cambios en el Gobierno tras la investidura, el presidente limpia la cara de su Ejecutivo frente el independentismo y depura presuntas responsabilidades en la dirección del Ministerio. El hecho denota un intento de empezar de cero en el diálogo que Rajoy afirma quiere mantener con la Generalitat para los próximos 4 años.

Fernández Díaz ha sido en la práctica el principal depurado por Rajoy, después de decidir que sea el exalcalde sevillano Juan Ignacio Zoido su sustituto. El exministro ha quedado casi invalidado en opinión de la mayoría de grupos en el Congreso para ejercer cualquier forma de actividad política de responsabilidad. Es por este motivo que el Partido Popular no consiguió ni tan solo colocarlo esta semana en la presidencia de la comisión de Exteriores. La presión de los grupos llevó al PSOE a romper el pacto con el PP de no votar a su candidato y Rajoy batalló hasta adjudicarle una comisión menor sin votación.

Así las cosas, el ministro no se deshará de la lacra de la Operación Catalunya. El Congreso le deja en su expediente una reprobación y una futura comisión de investigación que le será abierta por "persecución de rivales políticos" y la creación de una "policía política", según el PSOE y Podemos. Pero los populares no reconocen formalmente la envergadura del hecho: primero, su discurso se ha basado en criticar la forma como se hicieron las grabaciones en el despacho que destaparon el escándalo, y segundo, fuentes parlamentarias lamentan que un exministro del Interior "de una gran potencia como España" acabe así su trayectoria.

Pero consciente que la imagen de su gobierno no sólo estaba deteriorada frente el independentismo, sino también ante la oposición, Rajoy ha confiado en Zoido para renovar el resto de la cúpula del Ministerio. Ahora, este ha decidido que su 'número dos' al frente de la Secretaría de Estado de Seguridad sea el diputado del PP y exalcalde de Córdoba José Antonio Nieto. Así, un licenciado en Derecho relevará a Francisco Martínez. Martínez es recordado por haber tachado de "falsas y difamatorias" las palabras del exalcalde de Barcelona Xavier Trias, cuando éste denunció que la trama urdida en el ministerio del Interior era una "vergüenza".

Al mismo tiempo, también se renuevan los jefes de la Guardia Civil y la Policía. En el primero de los casos, José Manuel Holgado sustituirá a Arsenio Fernández de Mesa, y en el segundo, Germán López Iglesias a Ignacio Cosidó. Holgado Merino tiene 56 años, fue número dos de su promoción y hasta ahora era magistrado de la Sección Tercera del Audiencia provincial de Sevilla, donde fue ponente encargado de recursos relativos a la muerte de la joven sevillana Marta del Castillo. López Iglesias es de profesión ingeniero agrónomo y ha sido diputado entre los años 2000 y 2008.

Revelaciones de Villarejo

Martínez, Fernández de Mesa o Cosidó no se ha demostrado que tuviesen conocimiento de la trama. Ahora bien, los recambios pueden responder también a la voluntad de liquidar la estructura de poder que Fernández Díaz  había construído entorno suyo y el malestar de los cuerpos de seguridad. De hecho, el excomisario de la Policía José Manuel Villarejo reconoció la existencia en el seno del ministerio de una Operación Catalunya. Y se había especulado que las escuchas estaban relacionadas con la batalla interna entre Marcelino Martín Blas, jefe de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía, y el Director Adjunto Operativo, Eugenio Pino.

En este sentido, Martin Blas fue uno de los nombres relacionados por Villarejo y fue entonces cesado por Jorge Fernández Díaz precisamente cuando investigaba altos mandos policiales vinculados a Eugenio Pino. También aparece el nombre de Martín Blas tras el entramado de amenazas del Estado español contra la Banca Privada de Andorra para conseguir informaciones bancarias de Jordi Pujol, Artur Mas y Oriol Junqueras.

Cese de De Alfonso

Con todo, el primero en caer no fue un cargo del Gobierno español. El exdirector de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso, fue cesado por el Parlamento cuando salieron a la luz pública los intentos de fabricación de escándalos contra líderes independentistas de ERC y la entonces CiU que ponían de manifiesto las conversaciones que mantuvo con Fernández Díaz. La Cámara catalana abrió una comisión de investigación. De Alfonso no ha quedado inhabilitado para ejercer otros tipos de actividad, y una vez sustituido por Miguel Ángel Gimeno, se mantiene como juez en Santander, donde se ha trasladado.